Redacción. Durante un discurso a los estudiantes y profesores del Colegio Rotondi de Gorla Minore, la escuela católica privada más antigua de Italia, el papa Francisco pidió a los jóvenes que no se dejen condicionar de las modas del momento, ni de los ‘like’ (me gusta) ni los ‘followers’ (seguidores).
«Chicos, busquen la verdad en todo, sin dejarse influenciar por las tendencias actuales o el pensamiento común, por los ‘like’ o por el consenso de los ‘followers’. Estas no son las cosas más importantes, de hecho, depender demasiado de ellas puede quitarnos la libertad», dijo el papa a los jóvenes.
También les indicó que no tienen que temer «cambiar y aceptar opiniones y modos de pensar diferentes a los vuestros en todo lo que no sea esencial: sed verdaderos amantes de la verdad y, por tanto, siempre disponibles para escuchar y discutir».
Sobre la educación, el papa les dijo: «la ignorancia engendra miedo y el miedo engendra intolerancia» y por ello los invitó estudiar siempre, y «estudiar haciendo equipo» y «siempre con alegría».
«De hecho, el conocimiento crece al compartirlo con otros. Estudiamos para crecer, y crecer significa madurar juntos, dialogar: dialogar con Dios, con los maestros y otros educadores, con los padres; dialogar entre nosotros y también con quienes piensan diferente, para aprender siempre cosas nuevas y permitir que cada uno dé lo mejor de sí mismo», añadió.
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Adicción a las redes sociales
El pasado 12 de enero de 2024, el papa también se refirió al uso constante de la tecnología por parte de los jóvenes.
En sus palabras a miembros de la Asociación de Jóvenes Profesionales Toniolo, a quienes recibió esta mañana en audiencia, en el Palacio Apostólico del Vaticano, Francisco expresó que le preocupa “oír hablar de jóvenes atrincherados detrás de una pantalla, cuyos ojos reflejan luces artificiales en lugar de dejar brillar su creatividad”.
El Sumo Pontífice manifestó que “ser joven no es pensar en tener el mundo en las manos, sino ensuciarse las manos por el mundo; es tener una vida por delante para gastar, no para preservar o archivar”, y que le entristece ver a “jóvenes profesionales por fuera y sin vida por dentro, que exprimidos por el deber se refugian en la búsqueda del placer”.
