Internacional. Una poderosa banda delictiva abrió fuego contra un gran contingente de feligreses que marchaban armados con machetes por una comunidad y encabezados por su pastor para erradicar a pandilleros en Canaan, en las afueras de la capital de Haití.
El ataque a tiros lo grabaron en video, en tiempo real, periodistas en el lugar, donde varias personas perdieron la vida y otras quedaron heridas, dijo a The Associated Press la directora del grupo de derechos humanos Fondasyon Je Klere, Marie Yolène Gilles.
Gilles observó en redes sociales cuando centenares de personas de una iglesia local marchaban por Canaan. Poblado de viviendas frágiles en las afueras de la capital, Puerto Príncipe, fundado por sobrevivientes que perdieron sus casas en el devastador sismo de 2010.
Se desconocía de momento cuántas personas habrían muerto o resultado heridas en el ataque, aunque otros reportes dan cuenta de al menos cinco muertos.
Canaan está controlado por un grupo delictivo cuyo cabecilla es un sujeto identificado como “Jeff”. Las autoridades policiales suponen que el pandillero está aliado a la pandilla “5 segundos”.
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Grupos delictivos
Los diversos grupos delictivos aumentaron su poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. Además, se calcula que controlan hasta 80% de Puerto Príncipe.
El director del Centro de Análisis e Investigación de Derechos Humanos de Haití, Gédéon Jean, dijo que también observó el ataque en internet. Por ello, tenía previsto solicitar al Ministerio de Justicia que investigue los hechos. También llamó irresponsable al pastor por “comprometer a un grupo de personas y ponerlas en una situación como esta”.
Los feligreses, que empuñaban machetes y gritaban “¡Canaan libre!”, evidentemente no eran rival para los criminales armados con fusiles de asalto.
“La policía debió impedirles que fueran”, declaró Jean. “Es demasiado horrible que el Estado permita que suceda algo como esto”.
Del 1 de enero al 15 de agosto, más de 2.400 personas han sido asesinadas en Haití. Asimismo, más de 950 secuestradas y 902 heridas, según las estadísticas más recientes de la ONU.
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