Redacción. Una pandilla de adolescentes, en su mayoría chicas, está sembrando el terror en Inglaterra. Las jóvenes, que se estima tienen alrededor de 14 años, han sido vistas destrozando tiendas, pinchando neumáticos, rompiendo ventanas y bebiendo prosecco en público.
Los vecinos de Whipton, Exeter, describen un ambiente de miedo e intimidación. Afirman que han sido víctimas de robos en tiendas, grafitis «obscenos» y abusos verbales y raciales. Un empleado de una tienda local relató cómo la pandilla ha insultado a sus compañeros y teme que la situación escale, afectando incluso a niños más pequeños. Los residentes se sienten impotentes, ya que ser amables con las jóvenes parece ser la única forma de evitar represalias, como la rotura de ventanas.
La situación es tan grave que ha resurgido la reputación de la zona como el «Salvaje Oeste» de Exeter. A pesar de las frecuentes intervenciones policiales, que han resultado en dos arrestos y varias órdenes de conducta antisocial, los lugareños afirman que las medidas no han logrado detener a las adolescentes. Incluso se reporta que las jóvenes disfrutan de ser perseguidas por la policía y arrestadas, ya que creen que esto les otorga «credibilidad callejera».
Solución
La concejala local Liz Pole confirmó los informes de grafitis y abusos raciales que han afectado las calles de Whipton. Tanto residentes como autoridades buscan desesperadamente una solución para poner fin a la ola de vandalismo que domina la zona.
Añadió que la propiedad también ha sido objeto de vandalismo: «Se suben a la valla y hay un callejón atrás, y nuestros baños están afuera. Entran, lo destrozan todo, dejando pastillas dulces, botellas de prosecco y arrancan todo de los inodoros, dejando papel higiénico por todas partes».
«Es frustrante porque tenemos que venir todas las mañanas y limpiar todo el desorden», comentó. «Llamamos a la policía, pero nos dijeron que no podían hacer nada porque no teníamos cámaras de seguridad, así que era nuestra palabra contra la de ellos».
Medicamentos
Otro empleado de una tienda se refirió a la pandilla como «pequeños cabrones» que roban descaradamente de sus estantes.
El vecino dijo: «Estarán aquí causando problemas; de hecho, han robado medicamentos, pero no podemos detener a los ladrones. Básicamente, pueden entrar y hacer lo que quieran».
«Han estado destrozando propiedades de personas, han estado en los tejados, de hecho irrumpieron en nuestro apartamento de arriba. Llamamos a la policía, pero no pasa gran cosa», agregó.
Estaban en el tejado la otra noche y en el balcón de alguien. Son todos los comercios vecinos los afectados.
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Las chicas ya han empezado a ponerse violentas. Alguien del otro lado de la calle les apedreó, pero no podemos hacer nada.
Un residente local dijo que la gente camina por las calles aterrorizada por los adolescentes y que intenta hacer todo lo posible para llevarse bien con ellos y evitar convertirse en víctimas de abuso.
«Simplemente intento llevarme bien con ellos, somos amables con ellos porque si no lo eres, podrían reventar las ventanas. Lo veo así.
Son descarados si es necesario, como cuando los confrontas. Les encantan los enfrentamientos, les encanta la persecución y cuando llamas a la policía. «No van a la escuela y algunos de ellos tienen ASBOS en su contra», añadió.
Robos
Otro trabajador del quiosco dijo que las chicas entran constantemente a robarles y causan molestias «entrando a los edificios sin permiso, rompiendo ventanas y arrojando cosas a la gente».
La pandilla de chicas se ha convertido en tema de conversación en un grupo local de Facebook, y los residentes hartos las llaman «criminales». Pero también es su familia la que tiene que lidiar con sus travesuras antisociales.
La hermana de una de las chicas respondió a un comentario sobre los adolescentes problemáticos diciendo: «Lo siento, ¿te has estado escondiendo? Hemos estado persiguiendo a mi hermana para intentar detener esto, pero se está rebelando por su propia cuenta. ¿Qué se supone que debemos hacer si la policía no hace nada?».
«Hemos hecho todo lo que la familia en general puede hacer, no estamos al costado del camino alentándola por su mal comportamiento, pero estamos luchando por hacer mucho más de lo que ya estamos haciendo».
«Tal vez si otros padres tomaran el control tendríamos una oportunidad, pero ellos no la tienen».
Preocupante
El diputado de Exeter, Steve Race, afirmó: «Los residentes de Whipton se han puesto en contacto conmigo para informarme sobre una preocupante oleada de comportamiento antisocial».
«Sé lo preocupante y perturbador que esto puede ser y me he puesto en contacto con la policía de Devon y Cornwall para solicitar una actualización sobre los pasos que tomarán para abordar este problema», añadió.
«Animo a cualquier persona que sea testigo de una actividad delictiva a denunciarla llamando al 101, en línea o llamando al 999 en caso de emergencia o si se está cometiendo un delito», prosiguió.
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