Redacción.- Miles de personas de distintos países del mundo laboran para que la Inteligencia Artificial (IA) tenga la facultad de responder a las inquietudes y esté al servicio de la población mundial.
Un ejemplo de ello es ChatGPT, que utiliza información que obtiene principalmente de internet. Pero en general no cita las fuentes, llevando a acusaciones de plagio que ya han derivado en denuncias legales.
Medios internacionales señalaron que empleados de bajos ingresos, quienes son subcontratados por las grandes empresas tecnológicas, en países pobres en el hemisferio Sur, para «entrenar» a los sistemas de IA.
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Los hombres y mujeres realizan una tarea tediosa, potencialmente dañina para la salud mental, como veremos más adelante, pero que es esencial para que funcionen programas como ChatGPT.
Según BBC, el trabajo de los etiquetadores consiste en etiquetar millones de datos e imágenes para enseñarle a la IA cómo actuar. Por lo cual, cuando se le consulta algo a ChatGPT, el programa usa unos 175.000 millones de «parámetros» o variables, para decidir qué responder.
«No hay nada inteligente de la inteligencia artificial. Tiene que aprender a medida que se le entrena», explica a BBC Mundo Enrique García, cofundador y gerente de DignifAI, una empresa estadounidense basada en Colombia que se dedica a contratar a estos «anotadores de datos».
Le indican a programa textos, imágenes y videos
Por otra parte, el trabajo de los subempleados también llega a identificar información, como textos, imágenes y videos, para indicarle al programa qué es qué.
La BBC señaló que a pesar de que se trata de un trabajo esencial para el desarrollo de la IA, los enriquecedores de datos conforman el eslabón más pobre en la cadena de producción de las grandes empresas tecnológicas.
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«A pesar del papel fundamental que desempeñan estos profesionales de enriquecimiento de datos. Un creciente cuerpo de investigación revela las condiciones laborales precarias que enfrentan estos trabajadores», señaló el organismo.
Finalmente, aseguraron que la IA tiene una dependencia de la fuerza laboral que muchos desconocen.
