Redacción. El excampeón mundial de boxeo y figura del deporte mexicano, Julio César Chávez Jr., fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos, en cumplimiento de una orden de deportación inmediata a México, donde enfrenta cargos por presuntos vínculos con el crimen organizado.
La detención se produjo el pasado miércoles en Studio City, un barrio residencial de Los Ángeles, cuando más de 25 agentes de ICE y otras fuerzas del orden bloquearon la calle donde reside el boxeador.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó este jueves, a través de un comunicado oficial, que arrestó a Chávez Jr., de 39 años, por proporcionar información fraudulenta en su solicitud de residencia permanente en Estados Unidos. Según el organismo, las autoridades ya están tramitando su expulsión expedita del país.
El DHS fue contundente al afirmar que considera a Chávez Jr. “un asociado al cártel de Sinaloa”, uno de los grupos criminales más poderosos de México. Además, señaló que el boxeador “tiene una orden de arresto activa en México por su participación en el crimen organizado y el tráfico de armas de fuego, municiones y explosivos”.

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Esta orden fue confirmada por la Fiscalía General de la República mexicana, que indicó haber sido notificada de la detención y recordó que el mandamiento judicial existe desde marzo de 2023.
La operación, que tuvo lugar sin previo aviso, dejó a su familia sin conocer su paradero inmediato. “Bloquearon su calle y lo detuvieron, dejando a su familia sin saber nada de su paradero”, denunció su abogado, Michael A. Goldstein, al diario Los Angeles Times.
Detención
El origen del proceso migratorio contra Chávez Jr. se remonta a su ingreso legal a Estados Unidos en 2023, bajo un visado de turista válido hasta febrero de 2024. En abril de ese mismo año, solicitó la residencia permanente alegando estar casado con una ciudadana estadounidense, Frida Muñoz.
Sin embargo, según el DHS, Muñoz tiene antecedentes de relación con Édgar Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán. Esta supuesta conexión con el cártel habría sido clave para que el gobierno estadounidense considerara a Chávez Jr. como “una grave amenaza para la seguridad pública”.
Pese a estos antecedentes, el DHS criticó que la administración del expresidente Joe Biden permitiera el reingreso del boxeador al país el 4 de enero de 2025, por el cruce fronterizo de San Ysidro, California. Finalmente, el pasado 27 de junio, el gobierno determinó que Chávez Jr. se encontraba en situación migratoria irregular y ordenó su expulsión.
Pocos días después de participar en uno de los eventos boxísticos más promocionados del año, donde el estadounidense Jake Paul lo derrotó en el Honda Center de Anaheim, detuvieron a Chávez Jr. Este resultado acentuó el declive deportivo que el pugilista arrastra desde hace varios años.
Acusaciones
En defensa de su cliente, el abogado Michael A. Goldstein calificó las acusaciones de infundadas. “Las acusaciones actuales son indignantes y parecen estar diseñadas para aterrorizar a la comunidad. El señor Chávez no es una amenaza para la comunidad”, declaró.
La detención también se inscribe en un contexto político más amplio. Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha relanzado una política de deportaciones masivas con un enfoque más agresivo.
“Bajo la presidencia de Trump, nadie está por encima de la ley, ni siquiera los deportistas de fama mundial”, subrayó Tricia McLaughlin, subsecretaria del DHS. “Nuestro mensaje a cualquier afiliado a un cártel en Estados Unidos es claro: los encontraremos y afrontarán las consecuencias”.

El caso de Chávez Jr. refleja la compleja intersección entre celebridad, crimen organizado y política migratoria en el actual clima de seguridad en EE. UU. y México. Mientras las autoridades preparan su deportación, el futuro legal del hijo del legendario campeón mexicano queda en manos de la justicia mexicana.