Redacción. El uso del lector biométrico en las elecciones primarias de Honduras se ha convertido en un tema de relevancia, luego de que autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) advirtieran que su omisión podría constituir un delito electoral con penas de hasta ocho años de prisión.
Marlon Ochoa, consejero del CNE, dijo que la biometría está garantizada en el proceso electoral y que los dispositivos estarán disponibles en las 28,858 mesas receptoras de votos.
“Denuncien los centros de votación que no estén usando los dispositivos biométricos, porque ahí se está organizando un fraude. No hay justificación para que las juntas receptoras de votos no los utilicen”, declaró Ochoa.
Según el funcionario, quienes cometan fraude electoral enfrentarán procesos penales por delitos contra el sistema democrático. Además, recordó que en los comicios de 2021 hubo miembros de juntas receptoras de votos que incurrieron en irregularidades y algunos de ellos enfrentan actualmente procesos judiciales o se encuentran prófugos.
Biometría: un mecanismo clave en el proceso electoral
Por su parte, la presidenta del CNE, Cossette López, explicó que el lector biométrico garantizará que cada votante se identifique correctamente mediante su huella dactilar.
“El dispositivo confirmará que usted es realmente quien dice ser. Además, generará una alerta en los demás dispositivos donde esté registrado, impidiendo que una persona vote en más de un partido o más de una vez”, detalló López.
El sistema biométrico no solo reforzará la transparencia, sino que también impedirá que una persona intente votar en diferentes mesas. La funcionaria también advirtió que no utilizar el lector biométrico o boicotear su funcionamiento podría considerarse un delito electoral, lo que podría acarrear sanciones severas.
Seguridad y funcionamiento
Ochoa aseguró que los dispositivos biométricos han sido configurados para evitar inconvenientes técnicos. Cuentan con batería suficiente para 20 horas de jornada electoral y un sistema de respaldo en caso de descarga.
El uso de la biometría en elecciones hondureñas se implementó por primera vez en 2021 y ha sido una herramienta clave para evitar irregularidades en los comicios. Ahora, con nuevas advertencias del CNE, se refuerza la importancia de su correcta aplicación para garantizar un proceso electoral transparente y seguro.