Hay miles de hombres encarcelados que nunca han tenido la oportunidad de conocer a sus hijos. Es una realidad muy dolorosa, tanto para ellos como para los niños. Es cierto que están tras las rejas porque hicieron daño a la sociedad y deben cumplir su pena. Sin embargo, los menores no tienen nada que ver y ellos no deberían pagar por los errores.
Scottie Barns vivió alejada de su padre que fue condenado por tráfico de drogas. Por esa razón, quiso aportar en este ámbito y creó un programa llamado “Un día con Dios”.
El proyecto consiste en reunir a los presos con sus hijos. De cada uno de los encuentros surge algo excepcional, milagroso, que ninguno de los involucrados podrá olvidar nunca:
Todos los niños deberían tener la oportunidad de conocer a sus padres, 3 millones de niños en EE.UU. tienen a su mamá o papá tras las rejas.
Upsocl