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viernes, marzo 29, 2024

Padre de Carlos Collier relata cómo se enteró de la muerte de su hijo

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Tegucigalpa, Honduras. El padre de Carlos Collier, el estudiante que perdió la vida a mano de sus amigos el pasado 11 de octubre en medio de una noche de fiesta, drogas y alcohol, relató ante los tribunales de justicia cómo se enteró de lo que sucedió con su hijo.

Carlos Collier Alvarado fue una de las últimas personas que vio con vida al joven. El padre se despidió de su hijo por última vez cuando salió de su casa en la colonia Río Grande de Comayagüela.

Según su testimonio, antes de salir, el universitario discutió con uno de los jóvenes involucrados en el crimen. Así relata el padre de la víctima los hechos que rodearon la muerte de su hijo:

«El 11 de octubre mi hijo estaba con Olga en la calle, luego entraron a la casa y se fueron al cuarto. No sé por qué estaban peleando, salieron, se volvieron a meter. Al salir del cuarto yo había notado que andaban bebidos; entonces, al final, salieron y se fueron de la casa, después mi hijo volvió solo.

Yo le dije a mi hermano que no lo dejara salir porque lo había visto bolo. Pasó bolo no sé cuánto tiempo, después intentó salir, eran como las nueve o las 10:00 de la noche. No lo dejamos salir, pero él me rogó para que lo dejara salir.

Me fui a la pulpería, cuando volví seguía en su cuarto y me sentí más tranquilo. Después sentí una bulla, alguien tocaba el portón, era «Susano»; no trato mucho con él, me preguntó por mi hijo, le dije: andate y él se fue.

En lo que se estaba yendo, saliendo del cuarto estaba Carlitos y me dijo, ‘me debés algo’. Le dije: ¿Para dónde vas? Me dijo que ya iba a venir y se fue.

Platicamos en el portón de la casa. Le dije: Llévate el celular. Me lo enseñó.

Eran las 10:30 y me fui a acostar. Estaba viendo el teléfono y de repente oí gritos desde mi cuarto, que no eran normales, eran fuertes.

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«Le toqué las manos, el cuello, signos vitales no tenía»

Decidí salir porque no eran gritos normales de que estaban bebiendo, entonces mi hermano me dice que pasó algo. Pero mi hermano es gringo y le cuesta hablar español.

Cuando salgo solo miro a mi hermano. Le dije: Mové tu carro, vamos a buscar a Carlitos. Nos fuimos directo a la casa de Elías Chaín. En eso llegamos, Elías sale de su cuarto y le digo: decime dónde está Carlitos. Le dije: móntate al carro ¿Dónde está?

Vino Elías y Olga, se montan en el carro. Andábamos dos carros. Olga se fue con Gustavo.

Elías me dijo ‘lo fuimos a botar al botadero de arriba, por idea de James O’Connor’. Eso me dijo Elías Chaín.

Llego, lo miro tirado, lo miro muerto, él no se movía. Le dije: subímelo al carro. Lo subimos, lo toco y está hasta duro; le toqué las manos, el cuello, signos vitales no tenía.

Entonces, Elías me dice, ‘te voy a contar todo lo que pasó. Carlitos se suicidó’.

Cuando me dice eso yo no creí, ahí estaba él, el arma la escondió. Entonces me di la vuelta y me fui a la casa de Elías, me fui a dejarlos a Olga y Elías. ‘Hay que buscar la pistola’, les dije.

A Susano nunca lo vi, la pistola nunca apareció. Los puse a buscar a todos esa pistola, decían que la habían enterrado por Alcohólicos Anónimos. El último con quien la vieron fue a Susano, a él se la habían visto.

Subí el cuerpo de mi hijo al carro. Me fui a mi casa y llamé a la Policía».

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