Pablo Portillo de Jesús. –Los actos violentos y delincuenciales organizados por grupos de derecha de Nicaragua, han provocado acciones delictivas contra Centros educativos, de salud, entidades privadas y públicas, ocasionando el pánico en la población.
Se enfrentan con total desacato a las fuerzas del orden, las cuales evitan la represión, a diferencia de lo que ocurre en manifestaciones pacíficas que tienen lugar a diario en países bajo regímenes neoliberales.
Los organizadores de estos operativos destinados a subvertir el orden interno en Nicaragua, están provocando el descontento popular y pretenden generar la represión de parte de las Autoridades de velar por el orden público.
Estas acciones violentas y delincuenciales que ha promovido y organizado las fuerzas de derecha y el Movimiento Renovador Sandinista, MRS y sus ONGs. pretenden derrotar al Presidente Daniel Ortega y al programa de bienestar popular que impulsa.
Carlos Fonseca Terán, ha afirmado que el rechazo a las reformas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, INSS, propuestas por el Gobierno, se debe a que la derecha sabe que por la vía legal no podrá conquistar el poder, objetivo de esta arremetida.
La llamada “sociedad civil” de Nicaragua, integrada por las ONGs del MRS se han estado reuniendo con la ultraderechista cubana-americana, Ileana Ros-Lehtinen, con el objeto de promover el boqueo económico a su propio país.
Se afirma que Ana Margarita Vijil, presidenta de MRS, aliada con un sector de la ex Contra nicaragüense, desde el mes de abril ha alentado la destrucción de este país, siguiendo las directrices del manual de la Guerra No Convencional de la CIA.
En países con Gobiernos progresistas como el de Nicaragua, las distintas entidades subversivas del Imperio, desde agencias de espionaje hasta especialistas en manipulación de los medios informativos, han desatado una feroz arremetida mediática.
Todas estas acciones violentas y mediáticas pretenden desalojar del poder a los gobernantes patriotas que no se someten a sus ambiciones coloniales; de igual manera, pretenden controlar la mente y voluntad de los pueblos rebeldes.
Con estas medidas, el régimen de Donald Trump pretende magnificar la gravedad de la situación en Managua y otras ciudades de ese país, y presiona a los gobernantes obedientes para acelerar el aislamiento del Presidente Daniel Ortega.
Algunos analistas del Centro estratégico de Geopolítica, CELAG. afirman que Nicaragua históricamente ha sido objeto de pretensiones imperiales, entre otras, por las siguientes razones: Primero, su ubicación geopolítica, segundo, la abundancia de agua que posee, el recurso objeto de futuras invasiones.
Con estas acciones violentas se pretende destruir la Revolución democrática en Nicaragua y asestar un golpe a las fuerzas progresistas de “Nuestra América”; por eso está teniendo lugar una «revolución de colores» o más bien un «golpe suave».
A fin de conjurar las protestas detonadas por las reformas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, INSS, el Presidente Ortega derogó la reforma y ha reiterado, desde el inicio de las protestas, su intención de dialogar para garantizar la paz.
El Gobierno confía en que la mesa de diálogo sostenida con las fuerzas opositoras El arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, Leopoldo Brenes, ha manifestado su fe en la reconciliación de los nicaragüenses.
