Tegucigalpa, Honduras.- «La música no es una profesión, es un estilo de vida», son las palabras que definen al hondureño Óscar Rossignoli, considerado por muchos uno de los mejores pianistas en uno de los epicentros de la música, Nueva Orleans, Estados Unidos.
El artistas contó a Diario TIEMPO que desde sus primeros años de vida estuvo en un entorno familiar arropado en la música, influyendo en su educación, pasión y ahora, en su profesión.
Aunque su padre y hermanos contaban con el talento para ejecutar distintos instrumentos, no lo desempeñaron a un nivel profesional. «Desde que tengo memoria siempre la música ha estado presente en la casa. Mi papás me apoyaron en instruirme y buscar educación musical», dijo el artista sampedrano.
Un niño siempre tiene sueños para cumplir a una edad determinada, algunos piensan en profesiones en la medicina, policial o jurídica, pero Rossignoli era distinto desde pequeño. Su padre le dio la opción de dedicarse al fútbol; sin embargo, para el pequeño niño convertirse en un músico reconocido era un sueño que alcanzaría.
El pianista de talla mundial contó que sus estudios musicales los realizó en su ciudad natal, San Pedro Sula. Aunque en su primer ingreso a una escuela de música, no contaban con una batería (instrumento que quería percutir), le dieron la opción de ejecutar un piano. Desde entonces, todo se fue alineando.
Música y los sentimientos
Siendo parte de la Escuela de Música Victoriano López, estudio con su maestra cubana, Amalia Marín, quien marcó su crecimiento. Ella le enseñó «cómo poner mi propio sonido y sentimiento en la música», dijo Rossignoli.
Luego se mudó a Tegucigalpa para estudiar en la Escuela Nacional de Música y culminar sus estudios musicales. En esa etapa, Óscar Rossignoli junto a sus amigos, después de clases, se quedaban para ensayar y leer libros de jazz. Fue así como nació Hibriduz.
Se trata del grupo musical más imponente un género contemporáneo que fusiona varios estilos de Honduras y la región, cuenta con reconocidos álbumes como «Honduras | Punta Jazz at The New Orleans Jazz Museum”.
El sacrificio detrás del éxito mundial
«Hubo un periodo donde yo quise estudiar otra cosa y hacer música los fines de semana, pero no pude», reveló Rossignoli. Al mismo tiempo, afirmó que su pasión no le permitía alejarse del arte.
Tras la época de las dudas, se contactó con hondureños que estudiaban música en Estados Unidos y les pidió su ayuda. En busca de poder aprobar el examen de su maestría en música en la Universidad de Nueva Orleans, leía libros de forma autodidacta y veía material audiovisual para aprender el idioma inglés.
Mientras continuaba sus estudios en New Orleans, el hondureño comenzó a ser contratado en distintos centros nocturnos y fiestas privadas, situación que impulsó su crecimiento. «Al principio agarré de lo que me salía. Toqué en la iglesia, me pagaban por tocar con amigos en bodas. Nosotros armamos nuestra música que tocabas en bodas y eventos privados. Siempre había una oportunidad de aprender», dijo.
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Rossignoli comenzó a abrirse camino en el Jazz hasta presentarse en los principales escenarios y compartirlo junto a estrellas como el cantante Kurt Elling, el saxofonista Edward Petersen y el bajista Jasen Weaver, entre otros.
Además, ha recibido diferentes distinciones, como el segundo lugar en el Concerto Competition LSU Orquesta Sinfónica, el premio Audience favorito en el Kathleen T. y Philip B. Phillips Jazz Piano Competencia.
«Si me hubiera quedado en Honduras, tal vez hubiese sido otro tipo de camino, es difícil imaginarlo. Porque New Orleans me ha enseñado a profundizar en la música… Me gustaría realizar un campamento en mi país para poder llevarles lo que aprendí a los jóvenes hondureños», expresó.
Un nuevo disco
Actualmente, el artistas hondureño cuenta con un disco de solo piano, pero afirmó que este 2024 estaría lanzando el segundo como solista.
«Yo solo tengo un álbum que se llama piano solo, pero me gustaría hacer un proyecto con un quinteto o cuarteto. Tengo otro álbum de solo piano que en este año pienso sacarlo», reveló.
Agregó «Estoy liderando un grupo en el festival mundial de Jazz en New Orleans, ese va ser el evento más importante de mi carrera como solista y estamos preparando para eso. Además, quiero presentar un set completo de música original».
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Para cerrar la conversación con Diario TIEMPO, invitó a los jóvenes hondureños a perseguir sus sueños y recomendó entregarse a tiempo completo a la música.
«Tienen que dedicarle mucho tiempo a esto, uno tiene que ser apasionado y tener que dedicarle tu vida, no es un hobbie, o una diversión, lo hacemos como profesión porque hay que hacer dinero, lo tratamos como negocio, pero la música es un estilo de vida, es mucho mas allá del dinero, los premios», concluyó.
Frase: «La música te permite ver la vida completa desde otra perspectiva, si amas la amas y te das por completo a ella, vas a encontrar mucho éxito. Si uno no la pasa muy bien porque en Honduras hay muchos obstáculos, si amas la música eso no te estorba tanto».
Dato: En 2018 fue catalogado como el mejor pianista de Estados Unidos y actualmente lidera un grupo en el festival mundial de Jazz en New Orleans.