Oscar Pistorius, que cumple una pena de seis años de cárcel por el asesinato de su novia, regresó ayer al penal de Pretoria donde está alojado tras un supuesto intento de suicidio. «Tenía graves cortes en sus muñecas y los médicos le ponían vendas en las heridas», relató al periódico City Press uno de los dos guardias de seguridad del hospital de esa ciudad sudafricana.
Funcionarios encontraron cuchillas en su celda después de su traslado al hospital, declararon a su vez dos guardias de la prisión Kgosi Mampuru II al City Press. Sin embargo, el vocero de los servicios penitenciarios, Singabakho Nxumalo, informó que el ex atleta paralímpico «fue hospitalizado el sábado tras lastimarse al caer de su cama». «Ya está de nuevo bajo nuestra vigilancia», en el ala médica de la prisión donde habitualmente está encarcelado, agregó el vocero, que calificó de «especulaciones» los rumores sobre intento de suicidio.
«Oscar está bien, dadas las circunstancias. Se hirió cuando estaba durmiendo, nada grave», dijo Carl Pistorius, hermano del atleta, que calificó los rumores de «falsos y escandalosos». Pistorius, medalla de oro en los Paralímpicos de Londres 2012, en los que también compitió en los Juegos convencionales, llegó escoltado nuevamente a la cárcel después de recibir la asistencia médica, confirmó Henke, su padre.
Durante el nuevo juicio por el asesinato de Reeva Steenkamp, el abogado de Pistorius afirmó que el atleta «sufre una severa depresión» y por eso pidió a la jueza que lo autorizara a cumplir la pena bajo arresto domiciliario. El atleta mató a su novia disparándole cuatro veces en la madrugada del 14 de febrero de 2013, Día de San Valentín, alegando que la confundió con un ladrón, una tesis que no fue creída por la Justicia.
Durante el nuevo juicio por el asesinato de Reeva Steenkamp, el abogado de Pistorius afirmó que el atleta «sufre una severa depresión» y por eso pidió a la jueza que lo autorizara a cumplir la pena bajo arresto domiciliario. El atleta mató a su novia disparándole cuatro veces en la madrugada del 14 de febrero de 2013, Día de San Valentín, alegando que la confundió con un ladrón, una tesis que no fue creída por la Justicia.
