Redacción. La Asamblea Nacional de Nicaragua, dominada por el oficialismo, aprobó una controvertida reforma constitucional que elimina la doble nacionalidad para los ciudadanos nicaragüenses. La modificación a los artículos 23 y 25 de la Carta Magna fue realizada a petición de los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El titular del Parlamento, Gustavo Porras, informó que la reforma fue aprobada de manera unánime por los 91 diputados sandinistas y sus aliados en una «sesión especial» celebrada en Niquinohomo. Esta localidad fue elegida en homenaje al patriota nacionalista Augusto C. Sandino.
La enmienda constitucional establece que «los nicaragüenses perderán su nacionalidad al adquirir otra nacionalidad». Durante la segunda legislatura de 2026 se ratificará. Con esto, quedará con valor y efecto.
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En la exposición de motivos para solicitar la reforma, Ortega y Murillo argumentaron que «quien adquiere otra nacionalidad y jura lealtad a un Estado extranjero, rompe el vínculo jurídico y moral con Nicaragua. No puede existir doble fidelidad: la patria exige compromiso exclusivo».
Extranjeros
La reforma también introduce cambios para los extranjeros que deseen nacionalizarse nicaragüenses, quienes deberán renunciar a su nacionalidad de origen, con la excepción de los ciudadanos centroamericanos, quienes podrán conservarla.
Esta decisión se produce en un contexto donde el gobierno sandinista de Ortega y Murillo ha despojado de la nacionalidad a cientos de opositores y críticos en los últimos años, además de expulsarlos del país.
Daniel Ortega gobernó en la década de 1980 tras la revolución. Regresó al poder en 2007. Lo acusan de instaurar un régimen autoritario, especialmente tras la represión de las protestas de 2018, que dejó cientos de muertos y heridos.