Redacción. Una orden ejecutiva del expresidente Donald Trump generó gran controversia en la comunidad científica, ya que otorga a funcionarios designados políticamente una autoridad sin precedentes sobre miles de millones de dólares en subvenciones federales.
Los científicos advirtieron que la medida podría poner en riesgo el proceso de investigación que ha mantenido a Estados Unidos como líder mundial en innovación.
También argumentaron que inyectar consideraciones políticas en la asignación de fondos socavaría el mérito científico y la objetividad, principios que históricamente han sido pilares del éxito del país en este campo.
Protocolos
La orden establece mandatos específicos para todas las agencias federales, incluyendo la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que deben designar funcionarios para revisar todas las oportunidades de financiamiento y las subvenciones.
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El objetivo es asegurar que las asignaciones sean «coherentes con las prioridades de la agencia y el interés nacional». Sin embargo, los críticos consideraron que esta frase es ambigua y fácilmente interpretable de forma política.

Flexibilidad
La orden ejecutiva también da a las agencias la capacidad de cancelar subvenciones federales en cualquier momento, generando gran incertidumbre entre los investigadores y dificultando la planificación a largo plazo.
Además, prohíbe a las agencias anunciar nuevas oportunidades de financiamiento hasta que se implementen estos protocolos de revisión, lo que ha provocado una pausa significativa en la concesión de nuevas ayudas.
Comunidad científica
La administración Trump justificó estos cambios como un esfuerzo para fortalecer la supervisión. Pero la comunidad científica reaccionó con críticas, advirtiendo que la orden podría paralizar la investigación en el país.
La principal preocupación es que el control de los fondos pase a individuos con lealtad política en lugar de experiencia técnica.
Joseph Bak-Coleman, científico de la Universidad de Washington, señaló que la medida supone tomar el control político de un mecanismo antes neutral. Por su parte, la Asociación de Facultades Médicas de Estados Unidos advirtió que la demora en la aprobación de subvenciones ralentizará el progreso hacia el descubrimiento de curas y tratamientos urgentes.
Desafíos legales
Ya se han visto las primeras consecuencias de la orden, pues el gobierno canceló miles de subvenciones de investigación en agencias como la NSF y los NIH. Esto afectará áreas como la salud de las personas transgénero, la reticencia a las vacunas y estudios sobre desinformación y diversidad.

Se teme que el alcance de la orden se extienda a otras áreas. Así, por ejemplo: las ayudas de emergencia de FEMA y los programas de salud pública de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
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