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jueves 18 diciembre 2025

El helicoide y narcoterrorismo del Cartel de los Soles

Por Mario Berrios. -Nicolás Maduro ofrece todo a Estados Unidos con tal de salir con vida de le encrucijada en que se encuentra, él, Diosdado Cabello, Vladimir Padrino López, Delcy Rodríguez, Dilcia Flores, Jorge Rodríguez, Alexander Granko Arteaga, son pocas cabezas del enorme monstruo del cartel político socialista y narcoterrorista que secuestró a un país, sumiendo a Venezuela en el mayor sistema narco lavador del mundo.

El Cartel de Los Soles que gobierna Venezuela, valiéndose de otro cartel como el Tren de Aragua, las fuerzas armadas y los colectivos de barrios, colonias y ciudades, así como un gigantesco entramado de empresas, forman parte del enorme monstruo narcosocialista en que esos criminales ─con las máscaras de líderes políticos─ convirtieron a Venezuela, además de exportar el terrorismo de estado interno hacia otros países y continentes.

En la otrora patria de Simón Bolívar hace dos décadas no manda un presidente, manda un cartel de comunistas estalinistas que poco a poco mutaron de políticos a narcoterroristas bajo la bandera del socialismo.

Se hicieron del control del país secuestrando a todas las instituciones para consolidar sus objetivos maquiavélicos, dejando sin opciones y bajo sistema de represión a todo opositor, hoy se estima que cerca de 8 millones han huido de Venezuela, 30 de cada 100 prefirieron dejar su patria debido al hambre, escasez y persecución, la mayoría diseminados por Latinoamérica, el Caribe y Europa.

Maduro y sus lugartenientes hicieron buenas migas con el vecino Colombia, principalmente en la era del presidente Gustavo Petro, un político exguerrillero, quien ha externado posiciones a favor del Cartel de Los Soles, por lo cual la administración del presidente Donald Trump comenzó a enfilar baterías congelando ayudas a Colombia, en represalia por la poca colaboración de Petro.

La constante en Venezuela hoy en día es aniquilar a los opositores, primero en la cárcel, después asesinando incluso en el extranjero, como el caso del teniente Ronald Ojeda, mandado a asesinar en Chile en 2024, por el cual Nicolás Maduro y otros secuaces tienen causa abierta en ese país, así lo denunció recientemente el mismo presidente Gabriel Boric, de Chile, durante una conferencia en Europa.

El socialismo venezolano fue transformándose hasta tener una justicia complaciente con la cúpula socialista, sobrevivieron jueces y fiscales que no tocaban a los partidarios del socialismo y condenaban únicamente a opositores, el resto de los funcionarios fueron perseguidos, la mayoría huyó del país junto a sus familias.

Las autoridades políticas y militares honestos que se manifestaron en contra del narcosocialismo cayeron prisioneros bajo cargos de conspiración y enviados al Helicoide, centro de tortura para presos políticos del régimen venezolano, donde a diario se sabe de muertes por tortura o hambre, algo parecido a las cárceles de Bashar al Assad, en Siria.

En el Helicoide los prisioneros políticos permanecen en completo aislamiento, bajo torturas y escasa comida, sin visitas, con delitos inventados de traición a la patria, sin derecho a defensa porque nadie puede defenderlos, bajo asedio constante, sin posibilidad de ver abogados aun cuando muchos son menores de edad, en aislamiento total, expuestos a descargas eléctricas, asfixia con bolsas, hacinamiento y sin baños sanitarios, un sistema de castigo y tortura contra aquel que levante la voz siquiera con un mensaje de texto en redes sociales o algo que incomode al narcogobierno, el que osa levantar la voz es arrojado a un sistema de crueldad y persecución en todas las instituciones, sin posibilidad de comida, dinero, salarios o trabajo, el que está con el gobierno narcosocialista tiene prebendas y quien está en contra nada tiene ni puede obtener, y lo que tiene debe ser expropiado, por las autoridades o por los colectivos.

Después de la aplastante derrota de Nicolás Maduro en las elecciones de julio 2024 a manos de Edmundo Gonzáles y Corina Machado, y luego de quedarse en el poder por la fuerza, hasta los fieles gobiernos socialistas terminaron en 2025 soltándose de la mano del Cartel de Los Soles, para ese tiempo ya sabían que en Venezuela la bonanza no provenía esencialmente del petróleo, provenía de empresas lavadores de capitales de origen ilícito y del tráfico de drogas, minerales valiosos, oro y uranio.

El formato político socialista y narcoterrorista fue exportado, cruzó fronteras hacia el resto del mundo, financiamiento de Gustavo Petro y las guerrillas en Colombia, partidos políticos con brazos paramilitares en Centroamérica; Podemos en España, guerrillas en África, Hezboláh, en Líbano.

Maduro y su Cartel de Los Soles sistematizaron el fraude electoral en repetidas ocasiones, siempre usando el disfraz de demócratas. En ese esquema irremediablemente el que está a favor, gana, el que está en contra, pierde, roban elecciones y reprimen a mansalva, convirtieron la política como el medio más seguro para expandir sus negocios y gozar de sus formidables riquezas, además de inmunidad en el concierto internacional.

Venezuela además de ser un narcoestado sin reconocimiento internacional debido al fraude en el que ganó Edmundo Gonzales, también dio señales de querer agredir a estados vecinos, como el caso de Aruba en 2014, luego a Guyana en 2025, por el Esequibo, admitiendo públicamente que no aceptará nunca el laudo Arbitral de 1899, que entregó el Esequibo a Guyana.

 

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