Un desagrado tremendo me da escuchar y leer todo tipo de atrocidades en contra de la selección nacional de Honduras. Los impropios llegan provenientes desde todos los sectores, de todos los estratos. Desde la persona más ponderada, hasta del más humilde. Muchas veces nos desbocamos en emociones… en sentimientos del momento. En calenturas que contagian y que perjudican. Lejos de ser críticas constructivas, destruimos.
Como hondureño, seguidor del fútbol catracho y como un comunicador que soy, me atrevo a decir lo siguiente.
Primero, la selección nacional de Honduras tuvo una doble fecha eliminatoria fatal, y eso está de más comentarlo.
Estados Unidos nos denudó hasta el alma con la goleada de 6-0 en San José y ‘debíamos sacrificar a Pinto y los jugadores’.
La ‘gota que derramó el vaso’ fue no derrotar a Keylor Navas y compañía en el estadio Morazán. Se sumó un punto que es malo, considerando que en casa se debe de ganar si, o sí y que lejos de sumar uno, perdimos dos.
Honduras ha perdido ya cinco puntos claves en casa, de nueve disputados. Un punto muy negativo para Honduras en las aspiraciones de llegar al mundial y que nos obliga ahora a sumar como visitantes en los próximos encuentros (Una misión difícil de cumplir, más no imposible).
Ahora bien, tomando el tema del técnico Jorge Luis Pinto. El colombiano no es santo de mi devoción, pero tampoco lo voy a sacrificar. El estratega lo ha entregado todo en su trabajo. Incluso, en la misma conferencia de prensa después del juego ante Costa Rica, manifestó que día a día ha trabajado incansablemente. Que más del trabajo hecho, “no podía dar más”.
Muchos se atrevieron a decir: ¡Ahh, ya tiró la toalla Pinto”! A lo que el técnico colombiano se refería, era que todo su aprendizaje, su recorrido de 30 años en el fútbol como director técnico, todo, todo, lo dejó en Honduras. Acá no es cuestión de buscar culpables, aquí solo basta reconocer las equivocaciones y volver a empezar.
Eso si, ¡Lamentó algo que dijo! aunque fue una realidad. Pinto dijo que logró romper el esquema táctico de los rivales. Eso no es al final determinante, los resultados si lo son y esta reprobado.
No estoy feliz, nadie lo está. No es culpa del técnico todo lo que pasa. Y «ojo», no estoy defendiendo a Pinto, no es esa mi intención. Solo que a Honduras le falta algo más.
Y si se va Pinto ¿quién? ¿Otra vez ‘Primi’?
Me parece acertada la determinación de continuar con Pinto al frente de la selección. Volteó a ver a los técnico nacionales, ¿Y que tenemos? Una cantidad de fracasos acumulados con la selección nacional. Ni me mencionen en el plano internacional. ¿A que jugadores escogerá? ¿Qué truco de magia utilizará?
¡Dejemos que esto mejore y que Pinto saque su instinto y pueda iluminarse para las próximas fechas! Los cambios siempre son buenos, pero en este caso, el cambio no debe ser de jugadores ni de técnico. Se trata de dignidad, de coraje, de garra, de entrega… de esto y más.
POR: JOEL FÚNEZ
