Por Fito Molina. -Hace 87 años el presidente de Honduras Vicente Mejía Colindres, por medio de la Secretaría de Instrucción Pública creo el Día del Periodista. Dicha festividad se lleva a cabo cada 25 del mes de mayo.
En esta fecha varias instituciones públicas eligen a varios comunicadores para otórgales algunos premios o galardones ya instituidos.
Desconozco la forma de como eligen a los ganadores, pero creo en lo personal que muchos de los designados no se merecen tal presea y son favorecidos por amistad o alguna buena recomendación.
Este año me llamó la atención de que muchos de los ganadores lo que menos hacen es el trabajo de campo, se supone que los hombres y mujeres elegidos para dichos premios tienen que forjarse en las calles para obtener las historias que en muchos casos son conseguidas exponiendo la vida.
Creo que el otorgamiento de los premios periodísticos se han desnaturalizado, la prensa ha dejado de ser aquella que practicaban los comunicadores de la vieja guardia que en su mayoría no tenían compromisos con sus fuentes y mucho menos con los entes gubernamentales.
En estos tiempos casi el 98 por ciento de los comunicadores se han convertido en los voceros de funcionarios o de los poderes del Estado.
La prensa escrita, hablado o televisada ha entrado en la etapa de la no denuncia, de dejar hacer y dejar pasar, al grado que desde hace un poco de tiempo diputados y miembros del Estado poco a poco van haciendo más estrechos los caminos de la Libre Emisión del Pensamiento.
A pesar de muchas acciones que van en contra de la Libertad de prensa, los periodistas callan, no luchan ni protestan en contra de tales ofensas.
Salen un día a las calles y eso es todo. Por lo que se ha visto ya no hay orgullo en la prensa nacional a tal grado que a pesar de los vejámenes que se hacen con el gremio los elegidos a los premios van a esas galas a recibir las preseas que en la mayoría de casos son entregadas solo por cumplir con los festejos del Día de los Periodistas.
