Omran Daqneesh, quien el año pasado se convirtió en el rostro del horror en Siria cuando su foto sentado en una ambulancia ensangrentado y totalmente cubierto de polvo le dio la vuelta al mundo, ha vuelto a aparecer.
Esta vez se puede ver al pequeñito de 5 años, que conmovió hasta al expresidente Barack Obama. Hoy se muestra completamente limpio, bien vestido, su cabello perfectamente acicalado.
Las imágenes forman parte de unas entrevistas grabadas por un medio favorable al régimen sirio.
Según CNN, el papá de Omran, Mohammed Daqneesh, acusó a grupos rebeldes. También denunció a los medios internacionales de usar esas fotos.
En las fotografías su hijo aparecía ensangrentado tras el bombardeo de su casa en Alepo.
“Gracias a Dios solo estaba ligeramente herido. Gracias a Dios después el ejército avanzó y retomó esas áreas».
«Estamos de vuelta en nuestras casas. La situación ahora es muy buena, gracias Dios”, agregó.
Sin quejarse
El video mostraba a Omran siendo retirado de los escombros y trasladado a una ambulancia. El niño no se quejaba. Sólo intentaba limpiar su mano en el asiento de la ambulancia.
Omran recibió tratamiento por una herida en la cabeza y fue dado de alta del centro médico donde fue atendido.
Un intento de los médicos locales por proteger esos centros que han sido blanco de repetidos bombardeos. Y el mismo hospital M10 fue blanco de un ataque aéreo ese mismo mes.
Miles de víctimas
Un médico local dijo al corresponsal de The Telegraph que además de Omar, otros cuatro niños, una mujer y dos hombres jóvenes resultaron heridos en el mismo ataque.
La situación humanitaria está al borde del colapso en Alepo, donde fuerzas del gobierno y de la oposición disputan una batalla encarnizada.
También, cercan zonas controladas por sus rivales y asfixiando a la población civil.
Además de la escasez de alimentos, falta de agua y luz, en la actualidad hay sólo cerca de 40 médicos para una población de 250.000 personas.
Según el vocero de Médicos Sin Fronteras en el norte de Siria, Carlos Francisco.
Rusia, cuya aviación apoya a las fuerzas del gobierno, se comprometió a una tregua en los bombardeos de tres horas diarias, para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
Pero la frecuencia de los ataques aéreos de la aviación siria y rusa sobre barrios opositores no ha disminuido, según informes.
Más de 270 civiles, entre ellos más de un centenar de niños y mujeres, murieron debido a la violencia en la ciudad de Alepo y su provincia homónoma desde el 31 de julio, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Cerca de 100.000 niños y unos 200.000 adultos han estado atrapados en el este de Alepo desde inicios de julio, según el Fondo de la ONU para la Infancia, UNICEF, que instó a ambas partes del conflicto a proteger a los menores en la ciudad siria.
