Redacción. La violencia en Honduras cobró una nueva víctima, esta vez en la comunidad de Cuyamel, Omoa, donde un joven que recientemente había sido deportado de los Estados Unidos fue hallado sin vida, con múltiples impactos de bala.
El trágico suceso ha generado consternación entre los pobladores, quienes lamentan el brutal asesinato.
A la víctima la identificaron como Arlin Fernández (28), un joven conocido por el apodo de «La Chichuda».
El cuerpo quedó tendido en las cercanías del campo Brasilia y el hallazgo movilizó de inmediato a las autoridades policiales, quienes acordonaron la zona para iniciar las primeras investigaciones.

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Arlin Fernández se sumó a la creciente lista de hondureños que, tras regresar de Estados Unidos, enfrentan un panorama de incertidumbre y riesgo en su país de origen. Su muerte violenta evidencia la vulnerabilidad que muchos retornados viven al reintegrarse a sus comunidades.
Detonaciones
Hasta el momento, las autoridades no han reportado detenciones relacionadas con este crimen. Se desconocen los motivos que llevaron a los delincuentes a cometer el asesinato, y las líneas de investigación permanecen abiertas. Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y personal del Ministerio Público trabajan para recabar indicios y testimonios que permitan esclarecer los hechos y dar con los responsables.

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Los familiares se encuentran a la expectativa de respuestas, mientras este nuevo acto de violencia se suma a las preocupantes estadísticas que azotan al país.
La muerte de Arlin Fernández recuerda la urgente necesidad de fortalecer las estrategias de seguridad y protección para todos los ciudadanos. Eso incluye a los que regresan al país en condiciones de vulnerabilidad.