TEGUCIGALPA, HONDURAS. Omar Rivera dio a conocer la posición de la Comisión Depuradora de la Policía Nacional, sobre la matanza que sucedió la tarde de ayer sábado en la ciudad de San Pedro Sula. Dos de las víctimas eran ex agentes de la Policía Nacional.
En tal sentido dijo que »ninguno de los dos policías se desempeñaba con una responsabilidad a lo interno de la institución».
Los ex miembros de la Policía Nacional (PN), respondían al nombre de Erin Amed Robles Déras y Wilfredo Salazar Barahona.
De igual forma, compartió que »uno de ellos, en agosto de 2016 había sido cancelado por sugerencia de la comisión especial en el proceso de reestructuración de la Policía Nacional», en referencia a Erin Amed Robles Déras.
Mientras que el segundo ex oficial asesinado, Wilfredo Salazar, tenía varios años de estar en un proceso judicial que no había concluido. »El otro era una persona que desde hace 13 años tenía un juicio por, supuestamente, estar vinculado en actos ilícitos», reveló Rivera.
Según el depurador, uno de los delitos por los que se le acusaba a Salazar era narcotráfico.
De esta forma, Rivera aclara que ni Robles Déras ni Salazar Barahona, pertenecían de forma activa al cuerpo policial.
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Probables causas de la masacre
Para Omar Rivera, el asesinato de estos dos ex agentes, es un típico ajuste de cuentas. Lo anterior, por la forma en que se efectuó el hecho.
»Llama mucho la atención. Da la impresión que es un ajuste de cuentas; de una típica vendetta de las que normalmente involucran a personas que andan transitando por el camino de lo no correcto», aseguró Rivera.
No obstante, sostiene que la posición de la Comisión Depuradora es la de esperar el informe de las autoridades correspondientes.
»Serán las unidades de investigación criminal y el Ministerio Público, quien va a dilucidar este tema. Esperamos que sea pronto para satisfacción de la ciudadanía en general», concluyó.
