POTRERILLOS, CORTÉS. Un joven fue detenido ayer lunes a eso de las nueve de la mañana por un inusual hecho en el barrio Las Brisas, zona norte del país.
Según mencionó el muchacho de nombre Danni Fabricio Ramos Pineda, entró a la casa de una fémina, tomó 100 lempiras y una olla de frijoles porque tenía hambre, fue en ese momento cuando fue visto por ella, por lo que decidió alertar a la Policía.
Posteriormente llegaron uniformados y procedieron a esposar al joven, a quien llevaron a la primera estación policial en San Pedro Sula, tiempo suficiente para reflexionar y dijo sentirse arrepentido por lo suscitado y que está dispuesto a pedir perdón.
En entrevista también aseveró que es agricultor y que le ayuda a su padre, que lo hecho fue porque tenía demasiada hambre.
FOSDEH: EN HONDURAS “SOMOS UN PAÍS DE POBRES EXTREMOS”
El economista investigador del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), Julio Rivera, dio a conocer que las cifras presentadas en el informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sobre el estudio de impacto del Bono de Vida Mejor (BVM), no concuerdan con la realidad de pobreza que vive actualmente el país.
Rivera destacó que según los análisis del FOSDEH, en la operación matemática de dividir la cantidad de hogares beneficiados con el subsidio gubernamental de Vida Mejor y el número de hogares hondureños que viven en condición de pobreza, sólo representaría el dos por ciento de disminución y no más de 12 puntos porcentuales como establece el informe del BID.
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DESEMPLEO EN HONDURAS
“Hicimos la simple ecuación aritmética de dividir los 30 mil hogares que el BID establece en su informe que han salido de la pobreza, entre el número de pobres en Honduras y esa cifra no representa más del dos por ciento”, amplió.
En ese sentido, hizo énfasis que con base en los datos de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a finales del año 2017, la cantidad de personas en situación de pobreza en Honduras, asciende al 68 por ciento de la población del país, y de eso, el 40 por ciento viven en extrema pobreza.
“Casi siete de cada diez hondureños viven en pobreza y de esos diez, cuatro están en condición de extrema pobreza; es decir, somos un país de pobres extremos”, señaló el economista.
DATOS QUE PREOCUPAN
Rivera consideró que la pobreza es un problema estructural. Además, que no se puede reducir con “medidas marginales” como una mensualidad o un pago periódico. Esto, a través de subsidios, que “es pan para hoy y hambre para mañana. Pues el Bono de Vida Mejor es una política bastante floja para atacar la pobreza”.
Como medida para reducir la pobreza en Honduras, Julio Rivera recomendó generar un sólido ambiente para el emprendimiento. Además de permitir a los hondureños acceder a un empleo, tratando la pobreza con soluciones “estructurales para un problema estructural”.
“Se tiene que hacer una reflexión del presupuesto. Pues miramos cómo de un año a otro el presupuesto para Seguridad y Defensa incrementa. En tanto, no el de Salud y Educación, y a lo interno, gran parte del presupuesto va para sueldos y prestaciones y no para construcción de colegios y hospitales”, concluyó.
