TEGUCIGALPA, HONDURAS. Luego de conocer que a través de mensajes de texto planearon el asesinato de Berta Cáceres, Olivia Zúniga, hija de la ambientalista cuestiona el grado de impunidad con el que actuaron los hechores.
«Ellos (los autores) afirman el asesinato hasta en mensajes de texto; es decir, con qué nivel de impunidad se sentían para hablar ese tipo de cosas como un asesinato a través de mensajes de texto», dijo indignada Oliva.
La evidencia de los mensajes era parte de un informe que presentó una Organización de Profesionales Extranjeros en acompañamiento de familiares de Berta Cáceres.
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El informe
La organización denominada «GAIPE», en el informe presentado, hace mención de la empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA) y los señala como presuntos autores intelectuales del crimen.
El informe es «prueba con la cual nosotros construimos las relaciones de identificación de prácticas criminales que empleó DESA con el único objetivo de destruir, desvertebrar y atacar al COPINH”, señaló una integrante de la organización.
La investigación estuvo a cargo expertos en esa rama del gobierno de Honduras quienes recuperaron al rededor de 40 mil páginas de mensajes de textos de tres celulares de personas allegadas a la empresa antes mencionada.
De acuerdo a las pruebas analizadas, el Sr. Rodríguez y el Sr. Bustillo, mantenían contacto a través de mensajes de texto con personal de DESA. El informe también revela que rastrearon los movimientos de la ambientalista. Así como de otros miembros del COPINH.
Ambos mencionados en el informe fueron declarados culpables ayer como coautores de asesinato en contra de Berta Cáceres. A ellos se suman Mariano Díaz (oficial del Ejército), Sergio Ramón Rodríguez, gerente de la empresa del Proyecto Agua Zarca, Elvin Heriberto Rápalo Orellana, Henry Javier Hernández, Edilson Duarte Meza y Óscar Arnaldo Torres Velásquez.
No queremos venganza
Ante el fallo emitido por el Tribunal de Sentencia con Competencia Territorial en Materia Penal, Olivia Zúniga aseguró que no pretenden vengarse.
«No nos alegramos, no queremos venganza. No nos da satisfacción ver sufrir a las familias de ellos, ni siquiera por ellos mismos. Para nosotros son unos pobres miserables, enviados por unos picaros a asesinar a una mujer indefensa”, concluyó.
