REDACCIÓN. Un hondureño falleció ayer jueves mientras trabajaba pintando puentes en Natchez, Mississippi, Estados Unidos.
Según informes proporcionados a los medios de comunciación, el fallecido respondía al nombre de Heriberto Reyes Zavala.
De acuerdo a lo manifestado por algunos de sus compañeros, al momento de terminar la jornada laboral, él no bajo, por lo que decidieron ir a buscarlo y además, alertaron a las autoridades, pero su inimaginable sorpresa fue que el muchacho hondureño estaba muerto exactamente en su lugar de trabajo.
Familiares de la víctima pidieron a las autoridades estadounidenses que investiguen las condiciones en que trabajan en este sitio, ya que sospechan que pudo haber muerto deshidratado después de una extensa jornada de trabajo.
Según se supo, el obrero era originario de San Juan Pueblo y antes de irse a Estados Unidos radicó en La Ceiba, Atlántida, siempre en la zona norte de Honduras.
Crece temor de migrantes en EUA
Hay temor de cruzar a EUA y esto se refleja en la baja considerable de menores migrantes que cruzan por esta frontera, en el mes de agosto son nueve los atendidos en casa YMCA.
Además, esto ha evitado decesos de niños y adolescentes, que el año pasado, para estas
fechas ya contabilizaban tres casos, dijo Rafael Martínez Martínez, director del Albergue
Temporal en Piedras Negras.
“Es demasiado bajo y seguirá por el endurecimiento de las leyes en EUA; se sabe que
muchos indocumentados no quieren salir a trabajar por el temor de ser detenidos y
deportados.”, agregó, “Ahora que vinieron de aquel país los padrinos a regalar mochilas a niños en colonias locales, confirmaron la situación”.
Una simple multa de tránsito, puede derivar en la ejecución de todo un proceso de
deportación para quien no acredite su legal estancia en el país. “Hay temor de cruzar, por eso ha bajado mucho el flujo de menores migrantes, en el caso de adultos es diferente porque tienen más necesidad de llegar a EUA pues sostienen hogares, pero la mayoría de los menores tienen por intención reunirse con algún familiar”, destacó.
Aparte del temor están los altos gastos que implica el cruzar de ilegal, en ocasiones puede
alcanzar los 80 mil pesos, y sin garantía de éxito. En el año, se han registrado la atención de 210 menores. Lo anterior, es la mitad en comparación al año pasado que ya superaban los 400 al período
