TEGUCIGALPA, HONDURAS. Icónicas esculturas de metal que adornan la capital y otros sectores del país, son obras del escultor hondureño Johny McDonald, quien le apuesta al reciclaje, para convertir todo que toca en una verdadera obra de arte.
El ingenioso catracho se graduó en la reconocida Escuela Nacional de Bellas Artes de la capital. Desde entonces, se ha dedicado dar un toco escultural a varios sectores del país con sus peculiares esculturas.
«Hay una gran colección de mis esculturas dispersas en varias ciudades de Honduras. Algunas de mis obras de arte público o arte urbano, son a base de chatarra, una mejor manera de reciclar el metal es haciendo piezas artísticas», dijo McDonald.
Una de las primeras esculturas que el catracho realizó y que aún sigue en la capital, es un homenaje al niño hondureño, que se instaló en la rotonda entre el bulevar Juan Pablo II, Emisoras Unidas y la Universidad Metropolitana de Honduras.
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Materia prima
Hueseras de metal, clavos, tuercas, huachas, tubo industrial, estructural, varillas, piezas de bicicleta y latón, es la materia prima reciclada que McDonald utiliza para sus obras.
Las esculturas a base de chatarra, figuran entre las favoritas del hondureño, según lo indicó a un medio local.
«Lo mío es el arte urbano, esculturas realizadas a base de chatarra, fragmentos de metal que modelándolos se convierten en verdaderas piezas de arte», dijo McDonald.
Además de trabajar con metal, el talentoso capitalino también pinta increíbles murales en diferentes espacios públicos, realiza títeres y los populares mascarones.
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