Redacción. El Presupuesto General de la República para 2025 prioriza la deuda pública, la administración central, la partida confidencial 449 y las cárceles, dejando en segundo plano sectores esenciales como salud y educación.
Según el documento presentado en el Congreso Nacional, del presupuesto total de 430 mil 907.8 millones de lempiras, destinarán 266,668 millones de lempiras a la Administración Central. Esto representa un aumento de L17,892 millones en comparación con el año anterior.
El presupuesto proyecta además un incremento del 21 % en la asignación para la deuda pública, pasando de 55,635 millones de lempiras en 2024 a L67,320 millones en 2025.
Cadenas del pasado
La expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Amparo Canales, resaltó que multiplicar fondos de la partida 449 es una práctica de antaño.
«Aducen que llevan recursos para aumentos a maestros. Siempre tienen una justificación, cuando lo recomendable es que se asigne a la institución correspondiente», reiteró.
La total desigualdad que muchos observan en el presupuesto para 2025 también fue reprochada por Canales, quien planteó la pregunta: ¿qué es lo que priorizamos?
En ese sentido, contestó a Diario Tiempo que lo elemental debería ser salud, educación, seguridad, pero que la realidad, lamentablemente, es otra.
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Más celdas, menos libros y galenos
El Instituto Nacional Penitenciario verá su presupuesto duplicado, pasando de L2,476 a 4,981 millones de lempiras, un aumento del 101 %.
Por su parte, la Secretaría de Planificación Estratégica tendrá un alza significativa del 100 %, alcanzando 1,025 millones de lempiras.
Además, la partida confidencial, conocida como 449, experimentará un aumento de 3,159 millones, situándose en 12,171 millones de lempiras para 2025.
Delmer Argueta, economista y docente, mencionó en exclusiva para este medio de comunicación que ya avizoraban que el incremento a la deuda pública sería más corrosivo para el Estado en algún momento.
«Se iba a estar comiendo una cuarta del presupuesto. Las obligaciones que dejaron los gobiernos de Pepe Lobo y JOH lo estamos pagando en este momento», planteó Argueta.
Destacó que el servicio de la deuda es «brutal», dado que la actual administración debe pagar en abono al capital e intereses.
El sector salud apenas recibirá un incremento del 0.5 %, subiendo de L29,132 millones a 29,271 millones de lempiras. Paralelamente, el presupuesto para la Secretaría de Educación crecerá solo un 5 %, con un aumento de 2,003 millones de lempiras.
Estas cifras contrastan con las necesidades de estos sectores, donde la inversión es crucial para atender problemas estructurales como la falta de infraestructura y recursos en hospitales y escuelas.
Un chiste
Para Argueta la asignación de aumentos al presupuesto para las instituciones clave es falsa si se atiende a ciertos factores.
«Si usted le baja al presupuesto del año pasado la inflación, en términos reales el presupuesto de ambas secretarías (Salud y Educación) no se incrementó, sino que se redujo. Si no obedece a la tasa de inflación, usted tiene un presupuesto más reducido», explicó Argueta.
El conocedor en aspectos económicos finalizó mencionando que al ser vísperas electorales el Estado procurará enviar un mensaje a la población y que harán ver que están atendiendo todas las dependencias gubernamentales. «Al final no es más que la propia política en acción», agregó.
Sin timonel
Para el sociólogo Julio Raudales, el gobierno puede hacer lo que quiera con la partida 449, siempre y cuando sea transparente con cada centavo que toca.
Aseveró que el actual gabinete gubernamental no tiene planificación y que dedica su logística a pagar pautas publicitarias.
«Vamos a seguir a la deriva, a lo que el viento diga. Evidentemente, en un año electoral la prioridad siempre serán las elecciones. No solo para este gobierno, sino para todos los anteriores», detalló.
Asimismo, sentenció que no le ve ningún sentido tener el presupuesto sin antes tener una planificación correcta.
Para Raudales, «la manzana de la discordia» (el presupuesto 2025) no será aprobada en este trimestre porque ni siquiera está en la agenda legislativa. En todo caso, «lo harán a la carrera, como siempre», lamentó.
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Inquietud e inequidad
La partida confidencial representa uno de los incrementos más polémicos, pasando de 9,012 millones en 2024 a 12,171 millones en 2025, lo que supone un alza del 35 %.
Este aumento ha generado críticas por la falta de transparencia en el uso de estos fondos y su impacto en la distribución equitativa del presupuesto nacional.
Mientras algunos sectores experimentan reducciones, como la Secretaría de Energía, con una caída del 32 % y la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria con una disminución del 76 %, otros reciben incrementos significativos.
La Empresa Nacional Portuaria, por ejemplo, duplicará su presupuesto, alcanzando 3,165 millones de lempiras. Esta disparidad resalta la desigualdad en la asignación de recursos y se agrava con la baja capacidad de ejecución.
Magos
La Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) recibirá un aumento del 24 %, alcanzando 15,235 millones de lempiras. Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Ganadería contará con un incremento del 40 %, lo que representa 2,578 millones adicionales.
Henry Rodríguez, jefe del departamento de economía de la UNAH, cree que «el gobierno hace un truco», pues el presupuesto del sector público «tiene unos renglones escondidos».
«En la partida 449, el gobierno siempre los mueve para utilizarlos de manera estratégica. Usted se preguntará: ¿dónde está el dinero de la cárcel?, ¿dónde está el incremento que prometieron a los maestros?», argumentó Rodríguez.
Posteriormente, aseguró que el presupuesto para el 2025 será aprobado por los parlamentarios, tomando en consideración que de ahí salen sus sueldos.
«Es una herramienta valiosa para el desarrollo del país. Recursos que no se aplican correctamente del presupuesto, es bienestar que no le llega a los más pobres, los más necesitados», expuso.
Diversos grupos de la sociedad desconfían de la distribución presupuestaria propuesta, mientras tanto el presupuesto aún no ha sido discutido en el Congreso Nacional y las divisiones entre las fuerzas políticas complican su aprobación.