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viernes, marzo 29, 2024

OACNUDH pide al Estado que investigue el enfrentamiento ocurrido en Támara

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (OACNUDH), lamentó el fallecimiento de los tres privados de libertad luego de la reyerta en la cárcel de Támara.

En ese sentido, desde sus redes sociales exigió una pronta investigación. Entre los mensajes emitidos por la organización que dirige, Maria Soledad Pazo, se reiteró la preocupación por la condiciones de detención que habrían motivado la disputa.

Asimismo, la OACNUDH demandó sanciones e implementar «medidas de no repetición».

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El Estado no atiende recomendaciones 

Por medio de las publicaciones en Twitter, también se le recordó al Estado de Honduras que desde el 2016, 2017 y 2018 alertaron las posibles causas que debían atender para evitar consecuencias trágicas para la población privada de libertad.

Más allá de lo expuesto, el órgano garante de la vida evidenció su inconformidad por negar el acceso a la cárcel de Támara al Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (MNP-CONAPREV).

Mencionaron que entorpecer el trabajo del Comité impidió ejercer «el marco de sus respectivos mandatos». De igual manera, «las obligaciones internacionales del Estado de Honduras».

Las víctimas

Hay que recordar que la tarde del miércoles 12 de junio, una supuesta disputa por alimentos provocó un enfrentamiento. En la reyerta murieron tres personas y más de 20 resultaron heridas.

Los fallecidos fueron identificados como Edgardo Ford Carranza, de 31 años. Yunior Miguel Perez , de 22. Y Fermin Ernesto Orellana Escoto, de 31.

Reacción del Estado

Por otro lado, según dijo el subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), German MacNeil, se conoció que una disputa de alimentos fue el origen de la reyerta que dejó tres
personas muertas en la cárcel de Támara según las autoridades penitenciarias.

«Mostraron su inconformidad con algunos coordinadores», justificó mientras expresaba que «ellos manifestaron que les cobraban por la comida, golpeaban y les hacían acciones que no están permitidas en el centro penitenciario, en función de ello el resto de la población enardecida arremetió contra ellos», relató.

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