Redacción. El panorama migratorio de Estados Unidos experimentó un cambio radical a partir del 8 de julio de 2025, tras la promulgación de la ley «One Big Beautiful Bill / Gran y hermoso proyecto de ley» (H.R.1) por el presidente Donald Trump el 4 de julio.
Esta legislación impone un aumento significativo en las tarifas de diversas visas. Asimismo, crea nuevos cargos que impactan tanto a turistas como a inmigrantes, generando una ola de preocupación entre solicitantes, organizaciones humanitarias y el sector turístico.
Una de las adiciones más controversiales es la nueva Tarifa de Integridad de Visa de $250, que ahora es obligatoria para todas las solicitudes de visas de no inmigrantes. Esto significa que los aspirantes a visas de turista (B1/B2), estudiante o trabajo, entre otras categorías temporales, deberán desembolsar un total de $435.
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Aunque se postula como un «depósito de cumplimiento» reembolsable para quienes respeten su fecha de salida, los detalles del proceso de reembolso aún no se han definido, y se prevé que será burocrático y de difícil acceso.
Impacto económico
Además de este nuevo cargo, la ley introduce múltiples incrementos. La autorización ESTA, necesaria para viajeros de países con exención de visa, aumenta de $21 a $40, con planes de implementarse antes del Mundial 2026. Las solicitudes de asilo, que antes eran gratuitas, ahora tienen un costo inicial de $1,000, más $100 anuales mientras estén pendientes.
La autorización de trabajo para asilados sube a $550 y el ajuste de estatus para la Green Card costará $1,500. Permisos humanitarios y TPS tendrán un costo entre $500 y $1,000, y un nuevo cargo I-94 (registro de entrada/salida) de $30 se añade a la lista. También se contemplan multas de hasta $5,000 por faltas migratorias y un impuesto del 1 % a las remesas enviadas por canales no bancarios.
Esos costos representan una barrera económica considerable, especialmente para familias de bajos ingresos y solicitantes de asilo, quienes a menudo ya se encuentran en situaciones vulnerables. Organizaciones de derechos humanos han criticado la ley, argumentando que penaliza a los más necesitados y dificulta procesos esenciales como la reunificación familiar.

El sector turístico también ha manifestado su alarma, temiendo que el aumento de tarifas desanime a visitantes internacionales, justo cuando EE. UU. se prepara para albergar eventos de gran envergadura como el Mundial 2026 y los Juegos Olímpicos 2028.
La administración Trump justifica la ley como un medio para fortalecer la seguridad y modernizar el sistema migratorio. Se esperan futuras regulaciones y posibles desafíos legales en respuesta a estas controvertidas medidas.