REDACCIÓN. La ciudad de Nueva York está cubierta de humo y con un intenso olor de quemado por los incendios forestales que asolan Nueva Escocia, en Canadá.
El humo anaranjado llegó a dificultar la visibilidad e incluso tapó algunos de los rascacielos icónicos de la ciudad como el edificio Chrysler o también monumentos como la Estatua de la Libertad.
El Departamento de Medio Ambiente del Estado de Nueva York emitió una alerta por el estado del aire, que estuvo vigente hasta bien entrado este miércoles de madrugada.
Las redes se llenaron de imágenes de la metrópoli estadounidense con un cielo color naranja intenso, similar al de una tormenta de arena, por el efecto de la luz del sol sobre una densa capa de humo.