A un año de la nueva Ley de Seguridad Nacional, así cambió la vida en Hong Kong

Luego de las masivas protestas que se dieron en Hong Kong en favor de la democracia en el año 2020, China introdujo una Ley de Seguridad Nacional (NSL) y el miércoles se cumple un año desde su aplicación.

Esta ley, limita la independencia jurídica de Hong Kong, al igual que proporciona el castigo para los activistas y manifestantes. Asimismo, sanciona penalmente la rebelión y la complicidad con fuerzas extranjeras, esto llevaría como corrección, cadena perpetua.

Mas de 100 personas, entre ellos, periodistas, manifestantes y políticos que se mostraron a favor de la democracias, fueron arrestados.

Por el contrario, autoridades de Beijing dijeron que la ley era necesaria para mantener la calma y el orden a la ciudad. Sin embargo, los contrarios a dicho estatuto, argumentaron que, esa norma viola el principio de «un país, dos sistemas«, razón por la cual, en tiempo pasado, la colonia británica fue devuelta a China.

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CAMBIOS DE VIDA

Por otro lado, los hongkoneses coinciden en que durante este año de aplicación de la ley,  la vida les ha cambiado fundamentalmente.

Una trabajadora de Hong Kong, llamada Sander, dejó su trabajo para dirigirse al Reino Unido, justamente, a Manchester. Ella dijo que su preocupación era que los funcionarios públicos hicieran tareas en contra de su voluntad, con el objetivo de ser más leales a un gobierno dictador.

También declaró ante un medio inglés que «la Ley de Seguridad Nacional tiene como objetivo purgar a todas las personas que no le agradan a Beijing, incluidos los pan demócratas y la gente de Hong Kong que no apoya al Partido Comunista Chino», dijo.

«Los habitantes de Hong Kong a menudo tienen dificultades para solicitar un seguro nacional y licencias de conducir», siendo esos dos documentos, imprescindibles para buscar empleo, terminó diciendo.

«Amo a la Policía»

Por su parte, Kate Lee, una madre soltera y dueña de un café en el pueblo pesquero de Lei Yue Mun, consideró que la ley ha mejorado su situación.

Las paredes de su café están repletas de carteles a favor de la Policía y fotos que ha tomado con altos funcionarios policiales, y explica que lleva todos los días una camiseta estampada con el lema «Amo a la Policía de Hong Kong» al trabajo.

Ante dicha acción, ese apoyo le ha pasado factura en el ámbito familiar. Su hija reniega de ella desde que se posicionó a favor de la Policía. «Nunca antes había estado tan desconsolada, ¿cómo se pueden anular más de 20 años de amor en sólo unos meses?», explicó.

Para Eunice Yung, legisladora desde 2016, esta ley ha supuesto devolver la tranquilidad a los ciudadanos tras el «caos y el desorden» de las protestas de 2019.

«La ley ha sido muy eficaz. Ha tenido un efecto disuasorio, ya que los residentes saben que los delitos contra la seguridad nacional son graves y el castigo será severo», indicó.

Yung consideró que este precepto había logrado evitar que la gente provocara o atacara abiertamente al gobierno central. Igualmente insistió en que no restringe la libertad en ningún sentido.

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