Redacción. Walter Francisco Cerrato Cabrera, un trabajador hondureño perdió la vida tras lanzarse al agua para evitar ser detenido durante una redada del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), la tarde del jueves 18 de diciembre en el área de Chalmette, Nueva Orleans, Estados Unidos.
Cerrato se dedicaba a la recolección de ostiones y tenía más de 20 años residiendo en el país norteamericano.
Según el testimonio de un compañero de trabajo, ambos se encontraban laborando en una embarcación cuando los agentes de inmigración llegaron alrededor de las 2:00 p.m. Ante el temor de terminar detenidos, se arrojaron al agua para esconderse.
El sobreviviente relató que luchó por su vida durante varios minutos y estuvo al borde de la muerte. Pero logró mantenerse a flote aferrándose a unas ramas hasta salir rescatado por un bote, una vez que los agentes se retiraron del lugar.
El cuerpo de Cerrato se encontró alrededor de las 5:00 p. m. tras varias horas de búsqueda, lo que confirmó su muerte. Inicialmente se mantenía la esperanza de que sobreviviera debido a su experiencia nadando.
Dolor en la comunidad hondureña
Walter Cerrato era originario de la aldea El Terrero, en el municipio de El Porvenir, Francisco Morazán, y residía con su familia en Texas. Compañeros de trabajo y miembros de la comunidad hondureña en Estados Unidos lo recordaron como un hombre trabajador, solidario y dedicado a sus tres hijos.
Sus familiares realizarán un velatorio este 24 de diciembre antes de repatriar sus restos a Honduras, donde lo sepultarán, en medio del profundo dolor por esta tragedia que enluta a la comunidad hondureña en el exterior.
