Redacción. El Ejército estadounidense ejecutó el viernes una serie de ataques a gran escala contra más de 70 objetivos del Estado Islámico (ISIS) en el centro de Siria, en represalia por un ataque que dejó muertos a dos soldados de EE. UU., informaron autoridades de Estados Unidos, citadas por Reuters.
La coalición liderada por Washington ha intensificado en los últimos meses sus operaciones aéreas y terrestres contra sospechosos de ISIS en Siria, muchas veces en coordinación con fuerzas de seguridad locales.
El presidente Donald Trump había prometido represalias tras la muerte de dos soldados estadounidenses y un intérprete civil el sábado pasado en Palmira, centro de Siria. El ataque se produjo cuando un atacante abrió fuego contra un convoy estadounidense y sirio antes de ser abatido, según datos del Ejército estadounidense. Otros tres soldados resultaron heridos.
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Comunicado de secretario de Defensa
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, explicó que los ataques apuntaron a “combatientes de ISIS, infraestructura y sitios de armas” en lo que denominó la “OPERACIÓN ATAQUE OJO DE HALCÓN”.
“Este no es el comienzo de una guerra, es una declaración de venganza. Hoy hemos cazado y matado a nuestros enemigos. A muchos. Y seguiremos haciéndolo”, afirmó Hegseth.
Trump, por su parte, aseguró en redes sociales que Siria respaldaba las operaciones y que Estados Unidos estaba aplicando “represalias muy serias”. En un mitin en Rocky Mount, Carolina del Norte, calificó la ofensiva como un golpe “masivo” contra miembros de ISIS responsables del ataque del 13 de diciembre. “Atacamos a los matones de ISIS en Siria… Fue todo un éxito”, señaló.
El Comando Central de EE. UU. detalló que los ataques fueron realizados con aviones F-15 y A-10, helicópteros Apache y sistemas de cohetes HIMARS, con apoyo de la fuerza aérea jordana.
Siria reiteró su compromiso de eliminar al Estado Islámico y garantizar que “no tenga refugios seguros en territorio sirio”, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores. El gobierno sirio, liderado por exrebeldes que derrocaron a Bashar al-Assad, coopera con la coalición estadounidense contra ISIS y mantiene acuerdos recientes con Washington.
Actualmente, unos 1,000 soldados estadounidenses permanecen desplegados en Siria, mientras continúan las operaciones contra el grupo extremista.
