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sábado 13 diciembre 2025

Maya Hernández se hizo un relleno de labios mientras su hijo moría

Estados Unidos. Maya Hernández, de 20 años, enfrenta un juicio por asesinato, homicidio involuntario y crueldad infantil luego de la trágica muerte de su hijo de un año, Amillio Gutiérrez, en Bakersfield, California. La tragedia ocurrió mientras la mujer se sometía a un procedimiento de relleno de labios el pasado 29 de junio, detalló El Heraldo México.

Según las primeras investigaciones, Hernández dejó a Amillio y a su hermano de dos años atados en sus asientos de seguridad dentro del automóvil, expuesto a altas temperaturas. La fiscal Stephanie Taconi afirmó que Hernández “eligió la vanidad” sobre sus hijos.

Cuando regresó, encontró a Amillio convulsionando, con espuma en la boca e inconsciente. El niño fue trasladado de urgencia al hospital con una temperatura corporal de 107°F (41.6°C) y falleció poco después.

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La Oficina Forense del Condado de Kern confirmó que Amillio Gutiérrez, de un año y residente de Visalia, murió de insolación. 

Su hermano mayor, Mateo, sobrevivió milagrosamente con una temperatura interna de 99°F (37.2°C) y actualmente está bajo custodia protectora. El padre de los niños, quien se encuentra en prisión por cargos no relacionados, se enteró de la muerte de Amillio a través de un capellán de la cárcel.

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La Oficina Forense del Condado de Kern confirmó que Amillio Gutiérrez murió de insolación. FOTO: GoFundMe, KBAK/KBFX.

Según Fiscalía, hubo premeditación

La Fiscalía sostiene que no fue un accidente, sino “acciones intencionales, realizadas con premeditación”. Afirman que el personal del spa incluso ofreció permitir que los niños esperaran adentro con aire acondicionado, pero Hernández se negó.

Testigos relataron que la madre llegó corriendo al spa con Amillio “flácido” y “morado”, mientras que otro testigo sacó al niño de dos años del coche, quien “parecía que iba a sufrir un derrame cerebral”.

La defensa, representada por Teryl Wakeman, describió el caso como un “terrible, espantoso error” y negó que se tratara de un asesinato. Wakeman señaló que Hernández dejó a los niños con galletas y leche, y creía que el aire acondicionado del auto seguiría funcionando.

La defensa planea aceptar los cargos de homicidio involuntario y crueldad infantil, pero impugnará el cargo de asesinato en segundo grado.

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