Redacción. Un reportaje del New York Post reveló nuevos detalles sobre el brutal asesinato de la estudiante china Zhe Wang en Londres, un caso que sacudió tanto al Reino Unido como a Estados Unidos.
El responsable, Joshua Michals, un estudiante estadounidense rico de 26 años, enfrentará cadena perpetua tras ser hallado culpable de matarla luego de una discusión en su departamento del sureste de la capital británica.
Los fiscales expusieron que Michals atacó a Wang el 20 de marzo de 2024. La apuñaló en el rostro y presionó su cuello hasta dejarla agonizando en su dormitorio. Aun así, abandonó la escena y la dejó tirada en un charco de sangre.
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Lejos de pedir ayuda inmediata, Michals intentó borrar rastros. Arrojó el teléfono de Wang y la comida que ella había llevado en una bolsa de basura. Llevó esos objetos al depósito comunitario del edificio y, después, pidió un Uber. Regresó a su apartamento en Greenwich como si nada, según le dijeron al juez del tribunal Old Bailey.
En medio de ese recorrido, llamó a su padre, David Michals, vicepresidente de ventas de la firma francesa Legrand, con sede en Chicago. Le pidió apoyo para contratar un abogado, mientras Wang seguía con vida. Los peritos estimaron que la joven resistió entre 30 y 60 minutos antes de morir.
Michals esperó hasta las 11:08 p.m. para llamar a una ambulancia, casi cuatro horas después del ataque mortal.

Conmoción entre sus amigos
La conmoción alcanzó a su círculo social. Antiguos amigos dijeron que nunca imaginaron un crimen así de alguien que creció sin privaciones.
«Estoy estupefacto. Lo tenía todo a su favor. Era un tipo tranquilo que parecía cómodo con otras personas y nunca dio señales de que pudiera ser violento», dijo un amigo al medio citado.
«Josh tuvo una buena crianza y parecía una persona normal. Sé que quería dedicarse a la producción de vídeos y hacer vídeos cortos. Estoy impactado. Esto no se parece en nada a él», añadió.
Michals pasó su infancia en una casa valuada en 600,000 dólares en Bloomingdale, un suburbio acomodado de Illinois. En 2023 se mudó al Reino Unido para cursar una maestría en cine en Goldsmiths, Universidad de Londres. Allí conoció a Wang, quien se preparaba para convertirse en docente.
Sus padres, David y Christine esta última gerente de comunicaciones en la empresa energética GTI, estuvieron presentes en la audiencia de sentencia. Ambos financiaron la defensa legal de su hijo, representado por el abogado Brian St Louis.



