Redacción. El cáncer de cuello uterino, la cuarta neoplasia más común entre las mujeres y responsable de unas 350,000 muertes en 2022 (concentradas principalmente en países de bajos ingresos), enfrenta un desafío clave: la falta de acceso al tamizaje.
Millones de personas con cuello uterino en el mundo quedan fuera de los programas de prevención debido a barreras geográficas, económicas o culturales.
Para enfrentar esta inequidad y ampliar la cobertura diagnóstica, la American Cancer Society (ACS) ha actualizado sus directrices, incorporando la auto-toma de muestras vaginales como una opción válida para el tamizaje primario del Virus del Papiloma Humano (VPH). Esta nueva recomendación se aplica a personas de riesgo promedio entre 25 y 65 años.
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La OMS y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) señalan la infección por VPH como la principal causa del cáncer cervical, y la combinación de vacunación y detección periódica temprana como la estrategia más efectiva de prevención.
La auto-toma, que permite a la persona recolectar la muestra por sí misma con kits aprobados (como Roche Cobas, BD Onclarity o Abbott Alinity M), busca complementar el método clínico tradicional sin reemplazarlo.
Eficacia
La evidencia científica, publicada en la revista CA: A Cancer Journal for Clinicians, respalda la fiabilidad de este método. Estudios indican que las pruebas moleculares auto-tomadas muestran una sensibilidad del 76 % para detectar lesiones precancerosas, con una concordancia general superior al 88 % respecto a las muestras tomadas por profesionales.
Si el resultado de la auto-toma es negativo, la ACS recomienda repetir la prueba cada tres años. En caso de ser positivo, se requiere una confirmación clínica posterior (citología) para iniciar el seguimiento médico adecuado. Es importante señalar que esta modalidad no se recomienda para poblaciones de alto riesgo, como personas con VIH o inmunosupresión.
La implementación de la auto-toma se consolida como un pilar fundamental para reducir las brechas de inequidad en salud. Asimismo, busca avanzar hacia la meta global de disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello uterino.
