Estados Unidos. Un influencer de Pensilvania identificado como Brett Dadig enfrenta un proceso federal que podría dejarlo décadas en prisión. Según informó Infobae, los fiscales aseguran que el hombre llevó a cabo una serie de acosos y amenazas contra 11 mujeres en cinco estados, por lo que arriesga hasta 70 años de cárcel y una multa de 3,5 millones de dólares.
La acusación formal, presentada el 2 de diciembre, sostiene que Dadig utilizó redes sociales, podcasts y llamadas telefónicas para hostigar a sus víctimas durante varios meses de 2025. Los investigadores describen un patrón constante de intimidación que se extendió entre el verano y el otoño.
El Departamento de Justicia informó que un gran jurado en Pittsburgh imputó al hombre de 31 años por 14 delitos. Entre ellos figuran cargos de acoso cibernético, acoso interestatal y amenazas enviadas a través de comunicaciones electrónicas.
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El primer fiscal federal adjunto, Troy Rivetti, afirmó en un comunicado que “como se imputa en la acusación formal, Dadig acechó y acosó a más de 10 mujeres utilizando tecnología moderna como arma y cruzando las fronteras estatales, y a través de una conducta implacable, hizo que sus víctimas temieran por su seguridad y sufrieran una angustia emocional considerable”.
Rivetti también indicó que el acusado desobedeció órdenes de allanamiento y varias medidas de protección emitidas por tribunales estatales.
Dadig buscaba esposa
Los documentos judiciales revelan que Dadig decía públicamente en internet que buscaba una esposa. Tras contactar a mujeres en redes sociales o en gimnasios, supuestamente pasaba a intimidarlas mediante publicaciones, episodios de su podcast o llamadas.
El influencer manejaba una cuenta de Instagram con más de siete mil seguidores. Allí hablaba de su vida personal, religión y rutinas deportivas. Según los fiscales, incluso usó un chatbot en gimnasios para iniciar conversaciones con mujeres.
La acusación indica que las víctimas vivían en Pensilvania, Ohio, Florida, Iowa y Nueva York. El expediente describe que el acusado se presentó sin aviso en casas y trabajos, siguió a mujeres desde sus empleos, intentó perjudicarlas laboralmente y publicó fotos sin permiso. También habría divulgado datos privados como nombres y ubicaciones.
Los investigadores agregan que Dadig compartía expresiones violentas en internet. En varias publicaciones hacía referencias a estrangular personas, fracturar mandíbulas o actuar como “ser el asesino de Dios”. También afirmaba que sus víctimas “se pudrirían en el infierno y sufrirían el día del juicio”.
El expediente detalla que, en al menos un caso, sometió a una mujer a contactos sexuales no deseados.
Su comportamiento llevó a que varios gimnasios del área de Pittsburgh le prohibieran la entrada. Dos mujeres obtuvieron órdenes de Protección contra el Abuso, las cuales, según los fiscales, él habría violado tanto en línea como presencialmente. Cuando enfrentaba restricciones en una ciudad, se trasladaba a otra para continuar con la misma conducta, indica la acusación.
Tres cargos de acoso
El 7 de noviembre, las autoridades lo imputaron inicialmente por tres cargos de acoso cibernético. Ese mismo día, Dadig publicó un vídeo en Instagram donde dijo que su “comportamiento en las redes sociales” no había sido “apreciado por algunas personas”. Luego agregó: “Me disculpo si he incomodado a alguien” y mencionó varios gimnasios donde había sido vetado. Terminó diciendo: “Este caos me sigue afectando, y simplemente lo afronto y aguanto los golpes”.
La normativa federal establece un mínimo de doce meses por cada violación de órdenes de protección. Las penas combinadas podrían alcanzar los 70 años de prisión y multas millonarias, según las Pautas de Sentencia.
Por ahora, Dadig continúa bajo custodia. Su audiencia de detención quedó fijada para el 15 de diciembre de 2025, después de que la defensa pidiera una prórroga. La fiscal federal adjunta Nicole Vásquez Schmitt lleva el caso, mientras que el FBI coordinó la investigación junto a varios departamentos policiales de Pittsburgh y otras zonas del país.
