Redacción. Estados Unidos podría enfrentarse a un invierno sin precedentes durante la temporada 2025-2026, alertan expertos, debido a la posible interacción entre dos fenómenos climáticos de gran impacto: La Niña y el vórtice polar. La combinación de ambos sistemas podría desatar un periodo prolongado de frío intenso y nevadas récord en amplias zonas del país.
Según reportó Newsweek, el riesgo aumenta ante la probabilidad de un calentamiento estratosférico súbito (SSW, por sus siglas en inglés), un fenómeno que altera de manera drástica la estructura del vórtice polar. Este último normalmente confina el aire ártico alrededor del Polo Norte, pero un SSW desplaza el aire gélido hacia latitudes más bajas, provocando temperaturas extremas y nevadas más intensas.
El climatólogo Judah Cohen, del MIT, explicó a USA Today: “Un calentamiento estratosférico súbito es el mayor tipo de alteración que experimenta el vórtice polar. Se le denomina así por el fuerte aumento de temperatura registrado en la estratósfera ártica, donde el termómetro puede subir más de 55 °C en pocos días. Ese calentamiento desplaza el vórtice polar mucho más al sur”.
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Escenarios extremos
Durante episodios similares, como en diciembre de 2000, vastas regiones del centro-norte de EE. UU. registraron hasta tres semanas de temperaturas bajo cero y acumulaciones de nieve superiores a 34 cm, recordó Newsweek. Aunque los especialistas advierten que cada evento es distinto, la historia ofrece una referencia de los impactos potenciales.
El segundo factor que complica las previsiones es La Niña, fenómeno oceánico caracterizado por temperaturas más bajas de lo habitual en el Pacífico. Este patrón meteorológico suele provocar inviernos más fríos y húmedos en el norte del país, mientras que sur y este experimentan climas más cálidos. La interacción simultánea de La Niña con un vórtice polar alterado genera un escenario altamente impredecible, descrito por Newsweek como “un cruce de caminos” para el pronóstico invernal.
Impacto económico y social
Un invierno prolongado y extremo podría afectar de manera significativa sectores clave como transporte, energía, logística y suministro de alimentos. Las autoridades federales y estatales han sido instadas a seguir de cerca los reportes oficiales y a activar protocolos de emergencia donde los registros históricos indican mayor vulnerabilidad.
Los expertos señalan que la confirmación del patrón predominante será posible hacia finales de noviembre, cuando los datos sobre La Niña y el posible SSW se consoliden. Hasta entonces, se recomienda la preparación de infraestructuras, el fortalecimiento de alertas tempranas y la planificación de contingencias para minimizar riesgos.
Judah Cohen enfatizó: “Un evento así podría transformar por completo la percepción y la vivencia del invierno en Estados Unidos”. La población y los sectores estratégicos deberán estar atentos a las próximas semanas. Mientras los meteorólogos monitorean la evolución de estos fenómenos que podrían marcar un invierno histórico.
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