Estados Unidos. El presidente Donald Trump otorgó aproximadamente 80 indultos a partidarios involucrados en intentos de revertir su derrota electoral de 2020, informó la oficina de indultos de la Casa Blanca, según reporta France 24.
Entre los beneficiados se encuentran su exabogado personal Rudy Giuliani, su exjefe de gabinete Mark Meadows, varios abogados, funcionarios y falsos electores acusados de intentar anular la victoria de Joe Biden.
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El indulto, descrito como “total, completo e incondicional”, solo cubre delitos federales. La mayoría de los acusados enfrentan procesos estatales, por lo que únicamente los gobernadores podrían otorgarles un indulto efectivo en esos casos. La Constitución limita explícitamente el poder presidencial a delitos “contra los Estados Unidos”, es decir, federales.
Justificación de los indultos
En la proclamación, Trump asegura que los perdones buscan poner fin a “una grave injusticia nacional” y dar continuidad al “proceso de reconciliación nacional”. El documento fue difundido en X por Ed Martin, abogado encargado de la oficina de indultos bajo la administración Trump, especialmente en relación con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Defensa de la Casa Blanca
La portavoz Karoline Leavitt defendió los indultos, afirmando que impugnar una elección “es la piedra angular de la democracia”. En una entrevista con la BBC, Leavitt agregó: “Ser procesado por impugnar resultados es algo que sucede en la Venezuela comunista, no en los Estados Unidos de América”. Según la portavoz, “Trump está poniendo fin a las tácticas comunistas del régimen de Biden”.
Fiscales estatales, independientes del Departamento de Justicia, procesaron a los acusados, no la administración Biden.
Contexto histórico
Estos nuevos indultos forman parte de una política sistemática de Donald Trump para borrar las consecuencias legales de los intentos de sabotaje electoral de 2020. En su primer día tras regresar a la Casa Blanca, perdonó a más de 1,500 seguidores acusados de participar en el asalto al Capitolio de 2021. Evento en el que murieron cinco personas y que puso en cuestionamiento la salud democrática de Estados Unidos.
