Redacción. Miles de inmigrantes latinos en Estados Unidos enfrentan dificultades para obtener la ciudadanía. Los obstáculos van desde el idioma hasta los costos del trámite y la falta de acceso a asesoría confiable, según reporta La República.
Para muchos, convertirse en ciudadano estadounidense representa el fruto de años de esfuerzo y sacrificio. Sin embargo, el camino hacia la naturalización está lleno de barreras que retrasan o incluso bloquean el proceso, afectando especialmente a la comunidad latina, la más numerosa entre los solicitantes.
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Idioma y procesos complejos
El inglés limitado es uno de los principales retos. La entrevista y el examen de ciudadanía se realizan completamente en inglés. Quienes no dominan el idioma enfrentan ansiedad y miedo a cometer errores en la prueba o en la entrevista. Además, el desconocimiento de términos legales y cívicos genera inseguridad, lo que lleva a muchos a posponer la solicitud.
Otro obstáculo es el Formulario N-400, necesario para solicitar la naturalización. Este documento contiene preguntas legales extensas que requieren respuestas precisas. Sin ayuda profesional, muchos cometen errores que retrasan el trámite o provocan su rechazo. La falta de asesoría legal confiable agrava la situación, y algunos inmigrantes terminan recurriendo a servicios no acreditados o recibiendo información equivocada.
Costos que limitan el acceso
El aspecto económico también juega un papel clave. El trámite cuesta 725 dólares, a lo que se suman gastos en traducciones, fotografías, preparación para el examen y, en algunos casos, representación legal. Para familias con ingresos bajos, esta suma es elevada.
Aunque el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) ofrece exenciones de tarifa, muchos desconocen este beneficio o no saben si califican. La desinformación impide que cientos de personas aprovechen recursos que podrían facilitar su proceso.
Desigualdades y estadísticas
Las cifras reflejan estas barreras: mientras otras comunidades migrantes alcanzan tasas de naturalización superiores al 70%, entre los latinos apenas llega al 50%. Esta diferencia no indica falta de interés, sino desigualdades estructurales que afectan a millones de inmigrantes.
Factores culturales y sociales
Más allá de los trámites, existen desafíos culturales y emocionales. Algunos inmigrantes sienten un fuerte vínculo con su país de origen, lo que genera dudas sobre adoptar una nueva nacionalidad. Otros temen que iniciar el proceso pueda exponerlos a revisiones legales que compliquen su situación migratoria.
Incluso tras obtener la ciudadanía, muchos enfrentan discriminación por su acento, nombre o lugar de nacimiento. Esto provoca que algunos naturalizados no se sientan plenamente aceptados, lo que influye en la decisión de iniciar el trámite.
Un camino que requiere apoyo y reformas
La naturalización sigue siendo esencial para la integración plena de los latinos en Estados Unidos. Mejorar el acceso a información confiable, aumentar los recursos comunitarios y reducir las tarifas son pasos clave para un proceso más justo.
A pesar de las dificultades, miles de inmigrantes siguen buscando regularizar su estatus y convertirse en ciudadanos. Brindar acompañamiento legal y políticas inclusivas no solo beneficia a los solicitantes, sino que fortalece a toda la sociedad estadounidense.
