Redacción. Nueva York dio a conocer un proyecto urbanístico que promete redefinir uno de sus símbolos más reconocibles: la Quinta Avenida. La iniciativa busca transformar este corredor comercial, conocido mundialmente por sus vitrinas de lujo y su flujo constante de visitantes, en un bulevar peatonal de referencia internacional.
El plan, presentado por la administración del alcalde Eric Adams y la organización Future of Fifth Partnership, abarca el tramo comprendido entre Bryant Park y Central Park, donde se proyecta ampliar aceras, reducir carriles vehiculares y sumar áreas verdes y de descanso.
Según sus promotores, el objetivo es devolverle a la avenida su carácter de paseo urbano y hacerla más habitable para los peatones, que ya representan el 70 % del tráfico total en la zona.
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Un rediseño a la altura de su historia
La propuesta contempla duplicar el ancho de las aceras y disminuir de cinco a tres los carriles de circulación, además de incorporar bancos, maceteros y cientos de árboles. Con una inversión estimada en más de 350 millones de dólares, el proyecto se financiará mediante fondos públicos y privados, con la expectativa de autofinanciarse en menos de cinco años gracias al incremento en los ingresos fiscales por propiedad y ventas.
Para Madelyn Wils, presidenta interina de la Fifth Avenue Association, esta transformación marca un punto de inflexión:
“Al celebrar el bicentenario de una de las calles más famosas del mundo, los neoyorquinos pueden esperar una Quinta Avenida completamente renovada que devolverá a la calle su antiguo esplendor como bulevar peatonal. Al revertir la tendencia centenaria de priorizar los automóviles, este diseño visionario transformará nuestra avenida saturada en un corredor espacioso y verde para compradores, trabajadores, visitantes y todos los que transitan por la Quinta”.

Inspiración en los grandes bulevares del mundo
El modelo que inspira la remodelación es el de los Campos Elíseos de París, donde el paseo, las compras y la vida urbana coexisten en un entorno pensado para el peatón.
Actualmente, la Quinta Avenida cuenta con una anchura total de unos 30 metros, de los cuales solo siete metros por lado corresponden a aceras. Sin embargo, unas 5.500 personas recorren el corredor cada hora. Cifra que llega a 23.000 durante la temporada navideña, lo que evidencia una infraestructura peatonal al límite de su capacidad.
“Personas de todo el mundo identifican la Quinta Avenida como un destino principal para pasear y comprar. Pero su reputación descomunal significa que sus aceras han alcanzado su capacidad, albergando a más personas por hora en las temporadas altas que el Madison Square Garden”, señaló Meera Joshi, vicealcaldesa de operaciones de la ciudad.
Un cambio urbano más amplio
La peatonalización de la Quinta Avenida forma parte de un paquete mayor de proyectos urbanísticos impulsados por la ciudad. Entre ellos, destaca la propuesta para cubrir tramos de la Cross Bronx Expressway y crear sobre ella parques y espacios verdes. Esto con el fin de reconectar comunidades afectadas por la construcción del sistema de autopistas durante el siglo XX.
“Esta es una oportunidad histórica para corregir los errores del pasado y volver a conectar comunidades”, agregó Joshi.
Debate y próximos pasos
Aunque el proyecto ha recibido apoyo por su enfoque ambiental y turístico, algunos defensores del transporte público y del ciclismo han expresado reservas. Argumentan que la iniciativa no aborda adecuadamente las necesidades de autobuses ni ciclistas.
Las autoridades municipales han confirmado que se celebrará una audiencia pública a finales de este mes para discutir los detalles del rediseño. Si se aprueba el plan final, las obras podrían comenzar en 2028.
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