Redacción. La cuenta regresiva para la temporada navideña en Nueva York ha comenzado oficialmente con la espectacular llegada del tradicional abeto noruego al corazón de Manhattan.
El imponente árbol, de 23 metros de altura, 14 metros de diámetro y unas 11 toneladas de peso, ya se encuentra instalado en la plaza del Rockefeller Center, listo para su icónico encendido de luces el próximo 3 de diciembre.
Los encargados trasladaron cuidadosamente el ejemplar desde East Greenbush, a las afueras de Albany, hasta su destino final, entre las calles 49 y 50.
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La compleja operación logística requirió el uso de grúas y personal especializado bajo la supervisión de Erik Pauze, jardinero jefe del complejo. Además, se realizó el pasado jueves 6 de noviembre, garantizando que el abeto llegara intacto.
Decenas de curiosos se congregaron para presenciar la instalación de este símbolo festivo frente a la famosa pista de patinaje. Según reportes de NBC News, la familia Russ donó el árbol, un acto que cumple un anhelo especial nacido tras asistir al evento el año pasado.

Luces
El abeto tendrá más de 50,000 luces LED de bajo consumo. Como culminación, se colocará en la cima una brillante estrella Swarovski de 2,7 metros de diámetro, adornada con 3 millones de cristales.
La ceremonia de encendido, programada para el miércoles 3 de diciembre, será transmitida en directo, atrayendo la atención de millones de espectadores y turistas a la plaza neoyorquina.
Tras engalanar las fiestas hasta mediados de enero de 2026, el compromiso social de esta tradición se mantendrá, ya que la madera del árbol se donará a la organización Habitat for Humanity para la construcción de viviendas para familias necesitadas en Estados Unidos.
Del mismo modo, la costumbre de colocar un árbol en el Rockefeller Center data de 1931, una iniciativa espontánea de obreros que hoy se consolida como el evento urbano navideño más emblemático de Norteamérica.



