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jueves 4 diciembre 2025

Así es el exigente entrenamiento para ingresar al Ejército de EE. UU.

Redacción. Cada verano, la base militar de Fort Knox, en Kentucky, se convierte en un escenario de resistencia, disciplina y liderazgo. Allí, más de 8,000 estudiantes universitarios de Estados Unidos y Puerto Rico participan en el Entrenamiento de Verano para Cadetes, el programa de capacitación más grande del Ejército estadounidense y la puerta de entrada para quienes aspiran a convertirse en oficiales.

El entrenamiento está dividido en dos etapas: el Campamento Básico y el Campamento Avanzado. El primero, de 30 días, está diseñado para jóvenes que exploran la vida militar a través del ROTC (Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva). Durante este periodo, los cadetes aprenden fundamentos de disciplina, trabajo en equipo y liderazgo. Al finalizar, deben decidir si continúan su formación militar o regresan a la vida civil.

El Campamento Avanzado, de 36 días, representa el desafío más alto para quienes ya han elegido la carrera de oficial. En esta fase, los cadetes son sometidos a evaluaciones físicas y psicológicas, misiones simuladas de combate y pruebas de mando bajo presión. Solo quienes demuestran liderazgo, decisión y capacidad para mantener la calma en condiciones extremas logran graduarse.

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Entrenamiento extremo en Fort Knox

Las jornadas comienzan al amanecer y se extienden hasta entrada la noche. Los cadetes enfrentan un calendario implacable de ejercicios físicos, tácticos y técnicos: desde pistas de obstáculos y prácticas de tiro con fusiles M110, ametralladoras M2 calibre .50 y lanzagranadas M320, hasta simulaciones con carabinas M4.

Uno de los momentos más temidos es la cámara de gas, una prueba que pone a los participantes frente a un escenario de defensa química, biológica y radiológica. El cadete Zach Strong explicó a Business Insider que “este entrenamiento es importante para aprender a confiar en el equipo y comprender la gravedad de los desafíos en el campo de batalla moderno”.

El programa también incluye entrenamiento aéreo. Los participantes descienden por una torre de 18 metros mediante rápel, y luego repiten la experiencia en una cuerda que simula una evacuación desde un helicóptero Black Hawk. “Permite demostrar fortaleza personal y coraje ante situaciones incómodas”, comentó Strong.

Así es el exigente entrenamiento de los cadetes para ingresar al Ejército de EEUU
La prueba en la cámara de gas fomenta el trabajo en equipo y entrena a los cadetes para actuar bajo condiciones extremas. Foto: Infobae.
Liderar bajo presión

Más allá del esfuerzo físico, el corazón del programa está en el liderazgo. Los cadetes deben resolver problemas tácticos en grupo, coordinar estrategias y tomar decisiones con recursos limitados. Instructores como el teniente Gabriel Rodríguez y el sargento Bryant Hall observan cada movimiento y evalúan la capacidad de mando y la reacción ante el estrés.

Errores graves, como comprometer la seguridad del grupo o abandonar una misión simulada, pueden significar el fracaso del curso. La evaluación final consiste en un ejercicio de campo que reproduce un combate real, donde cada decisión cuenta.

Historias de esfuerzo y superación

Las motivaciones que llevan a los jóvenes a Fort Knox son tan diversas como los desafíos que enfrentan. La cadete Carmen Ayala, de la Universidad de Puerto Rico, vivió su primer vuelo para llegar al campamento: “Siempre quise unirme al ejército desde pequeña, pero no tuve la oportunidad. Esta es mi primera vez en Estados Unidos y todo es nuevo para mí”.

Para Winter Walker, madre de gemelas y exsoldado, el entrenamiento simboliza una segunda oportunidad: “Después de graduarme de la universidad, necesitaba estabilidad económica y opté por el ejército. Mi meta era ser oficial y lo logré”.

Del campo de entrenamiento al mando militar

Al finalizar el programa, los cadetes regresan a sus universidades para completar sus estudios antes de recibir su comisión como oficiales del Ejército de Estados Unidos. Desde unidades de infantería hasta equipos de ciberdefensa, su futuro dependerá de las lecciones aprendidas en Fort Knox.

“El objetivo principal es desarrollar líderes con empatía, confianza y capacidad de comunicación en diversos contextos”, subrayó el comandante del programa, Steven M. King, en declaraciones a Business Insider.

Su mensaje resume la esencia del desafío: en Fort Knox no solo se forja la resistencia física, sino también la capacidad de guiar a otros en los momentos más difíciles.

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