Redacción. Richard Kenneth Djerf, de 55 años, fue ejecutado el pasado viernes por inyección letal, convirtiéndose en el segundo recluso ejecutado este año en Arizona, Estados Unidos.
Un jurado lo había condenado por asesinar a cuatro miembros de la familia Luna en Phoenix hace más de tres décadas, en un crimen motivado por venganza tras un robo de bienes.
Los hechos ocurrieron el 14 de septiembre de 1993 cuando Djerf mató a Albert Luna Sr., Patricia Luna, su hija Rochelle (18) y su hijo Damien (5), en su propia vivienda. Pasó más de 29 años en prisión y decidió no solicitar clemencia antes de su ejecución.
Su muerte fue la cuarta ejecución en Estados Unidos en lo que va de semana y la número 39 en lo que va del año.
“Esas cuatro víctimas inocentes merecen justicia, y sus seres queridos merecen un cierre”, expresó la fiscal general de Arizona, Kris Mayes, cuya oficina solicitó la ejecución.
Crimen
La Fiscalía explicó que Djerf culpó a Albert Luna Jr. (quien no presenció los asesinatos) por un robo previo de aparatos electrónicos y un arma en su apartamento. Obsesionado con vengarse, meses después acudió a la casa de la familia Luna fingiendo entregar flores, según detallaron los fiscales
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Allí, agredió sexualmente a Rochelle Luna y luego le cortó la garganta. Golpeó a Albert Luna Sr. con un bate de béisbol de aluminio, lo apuñaló y finalmente le disparó. También ató a Patricia y a Damien Luna a sillas de cocina antes de asesinarlos a tiros.
Un mes antes de su ejecución, Djerf publicó una declaración en la que admitió los crímenes y ofreció disculpas por el dolor causado.
Inyección letal
Djerf se negó a hacer una declaración final. No opuso resistencia, pero respiró con dificultad y emitió un breve sonido de ronquido después de que el equipo le inyectó los fármacos letales, informó John Barcello, subdirector del Departamento de Correcciones, Rehabilitación y Reinserción de Arizona.
Barcello confirmó que ningún representante de las víctimas asistió al proceso.

El equipo de ejecución tomó unos diez minutos para insertar las líneas intravenosas. Barcello explicó que las venas de Djerf “no estaban en óptimas condiciones”, lo que obligó al equipo a intentar varias veces colocar la vía.
Después de la primera de dos inyecciones de pentobarbital, Djerf hizo varios sonidos, incluidos un gruñido y un resoplido. Pasaron unos quince minutos entre la primera inyección de pentobarbital y el momento en que declararon su muerte.
“Según todos los informes, el proceso se desarrolló según lo previsto y sin ningún incidente”, concluyó Barcello.
Problemas en Arizona
El estado ha suspendido las ejecuciones en dos ocasiones desde 2014 debido a preocupaciones sobre la aplicación de la pena capital.
La primera pausa, que duró casi ocho años, se debió a la dificultad para obtener los medicamentos y a las críticas por una ejecución mal practicada en 2014, cuando Joseph Wood recibió 15 dosis de una combinación de dos fármacos durante dos horas, lo que lo llevó a resoplar y jadear cientos de veces antes de morir.
Arizona reanudó las ejecuciones en 2022 y ese año ejecutó a tres prisioneros. En 2023, el proceso volvió a detenerse. La gobernadora demócrata Katie Hobbs ordenó revisar el protocolo de pena capital, mientras que la fiscal general Kris Mayes, también demócrata, se comprometió a no solicitar más ejecuciones.
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La revisión concluyó en noviembre de 2024, cuando la gobernadora Hobbs despidió al magistrado federal retirado que había designado para examinar los procedimientos. Ese mismo mes, el Departamento Penitenciario estatal anunció cambios en el equipo encargado de aplicar la inyección letal.
Arizona había ejecutado por última vez una sentencia de muerte en marzo de este año, cuando aplicó la pena capital a Aaron Brian Gunches por el asesinato de Ted Price en 2002.
Con la ejecución de Djerf, el estado mantiene a 107 reclusos en el corredor de la muerte. El Centro de Información sobre la Pena de Muerte reporta que Estados Unidos tiene programadas cinco ejecuciones más para este año: dos en Florida y una en Alabama, Oklahoma y Tennessee, respectivamente.



