Redacción. El Senado de Estados Unidos volvió a fracasar en su intento por aprobar una resolución temporal de financiación para poner fin al cierre parcial del gobierno federal, que ya cumplió 15 días. La votación terminó con 49 votos a favor y 45 en contra, lejos de los 60 necesarios para avanzar la medida.
La propuesta, impulsada por los republicanos y previamente aprobada por la Cámara de Representantes, buscaba garantizar los fondos del gobierno hasta el 21 de noviembre. Pero los demócratas rechazaron la iniciativa de manera unitaria, alegando la falta de garantías sobre la extensión permanente de créditos para la seguridad sanitaria y el programa Obamacare, cuyo financiamiento vence este año.
Los republicanos, por su parte, se oponen a vincular la financiación del gobierno con los subsidios de salud, argumentando que el programa beneficia a migrantes indocumentados, sin presentar pruebas. Seis senadores no participaron en la votación, entre ellos John Fetterman, de Pensilvania, uno de los pocos demócratas que había apoyado previamente proyectos respaldados por los republicanos.
La derrota de la moción significa que el cierre se prolongará al menos un día más. Por el momento, no hay una fecha definida para un nuevo intento de aprobación en el Senado.

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Cierre en EEUU
Durante la clausura, que ya se ha extendido por casi dos semanas, se han registrado 4,100 despidos en distintas agencias federales, incluyendo el Departamento de Justicia y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). El impacto se refleja también en operaciones rutinarias del gobierno, museos cerrados, interrupciones en aeropuertos y retrasos en servicios esenciales, afectando a millones de estadounidenses y generando incertidumbre económica.
La tensión política se intensifica. El presidente Donald Trump anunció que el viernes dará a conocer una lista de programas federales que planea eliminar de forma permanente. Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, anticipó que este cierre podría convertirse en el más largo de la historia. Además, se mantuvo firme en no negociar con los demócratas sobre atención médica.
El vicepresidente JD Vance advirtió sobre recortes “dolorosos” en el futuro cercano. Esto incluso mientras los sindicatos de empleados federales anuncian demandas legales para frenar los despidos. Sin un acuerdo a la vista, el gobierno federal sigue paralizado y el final del cierre permanece incierto.
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