Carolina del Sur, Estados Unidos. La tranquilidad de una noche de domingo se vio interrumpida en el restaurante Tacos Puerto Barrio, cuando un tiroteo dejó como saldo la muerte de Juan L. Reyes-Padilla, de 43 años. Lo que había comenzado como una cena normal se convirtió en un caos, con clientes y empleados corriendo en todas direcciones para protegerse de los disparos.
Las autoridades rápidamente determinaron que el responsable del ataque fue Wilther Castillo Antunez, un ciudadano hondureño que ahora enfrenta cargos graves en Estados Unidos. Las cámaras de seguridad del restaurante jugaron un papel clave en la investigación, permitiendo identificar al sospechoso y documentar el momento exacto en que disparó. Además, testigos presentes corroboraron la secuencia de los hechos y confirmaron la identidad de Castillo Antunez, aportando elementos cruciales para su detención.
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Tras un operativo policial realizado el martes por la tarde, el sospechoso fue capturado sin incidentes. Un día después, compareció ante un juez, quien decidió negarle la fianza, citando el carácter grave del delito y el alto riesgo de fuga. Actualmente, Castillo Antunez se encuentra en el Centro de Detención Alvin S. Glenn, a la espera de la audiencia donde se definirá su situación legal.
La fiscalía prepara los cargos formales de asesinato y posesión de arma durante la comisión de un crimen violento, mientras que la defensa planea presentar posibles atenuantes ante el Tribunal de Circuito, buscando la reconsideración de la libertad condicional. El juez fue enfático durante la audiencia inicial: “El cargo que enfrenta es grave y el riesgo de fuga es alto”.
El caso ha generado conmoción en la comunidad local, que aún recuerda los momentos de pánico vividos dentro del restaurante. Por su parte, la prensa ha destacado la historia del sospechoso, un hombre originario de Honduras, cuya vida ahora se encuentra marcada por un proceso judicial en Estados Unidos.
