Redacción. El reloj corre para quienes buscan convertirse en ciudadanos estadounidenses. A partir del 20 de octubre, el examen de civismo que forma parte del proceso de naturalización será más extenso y exigente. Por ello, decenas de inmigrantes como Teófila Jiménez, originaria de Oaxaca, han decidido presentar su solicitud a contrarreloj antes de que entre en vigor la nueva norma.
“Me salvé. Me va a tocar estudiar las 100 preguntas para el examen. Ahora me estoy preparando en el colegio para poder pasarlo”, contó Teófila, quien vive en Estados Unidos desde 1988 y obtuvo su residencia en 2015.
Aunque tiene 60 años, aún no cumple los 65 que le permitirían hacer el examen en español, por lo que deberá enfrentarlo en inglés. “Tengo muchos nervios. Por más que le he hecho la lucha por aprender inglés, no se me pega. Le estoy pidiendo mucho a Dios que me ilumine”, confesó.
Examen largo y difícil
El gobierno estadounidense anunció que el examen cívico volverá a la versión aplicada en 2020 bajo la administración de Donald Trump. La medida, restablecida por el Servicio de Inmigración y Naturalización (USCIS), incrementa el número de preguntas de 100 a 128, y exige contestar 12 de 20 correctamente, en lugar de 6 de 10 como antes.
El USCIS explicó que la nueva prueba busca “restablecer la integridad del proceso de naturalización” y asegurar que los aspirantes comprendan a fondo la historia y los valores de la nación.
“El pueblo estadounidense puede tener la seguridad de que quienes se unan a nosotros como conciudadanos se integrarán plenamente y contribuirán a la grandeza de Estados Unidos”, dijo el portavoz del organismo, Matthew Tragesser.

Sin embargo, activistas y organizaciones proinmigrantes consideran que la nueva versión vuelve a elevar las barreras para miles de residentes legales, sobre todo para adultos mayores y personas con dominio limitado del inglés.



