Redacción. La Sala de Apelaciones Penales de Texas suspendió este jueves la ejecución de Robert Roberson, un condenado a muerte que lleva tiempo defendiendo su inocencia en el asesinato de su hija de dos años, Nikki Curtis.
Roberson argumenta que su condena, basada en un diagnóstico de síndrome del bebé sacudido, fue errónea.
La decisión detiene la ejecución prevista para el 16 de octubre. Sus abogados habían señalado que se trataría de la primera ejecución en Estados Unidos basada únicamente en una acusación de síndrome del bebé sacudido.
La orden judicial indica que el tribunal concluyó que Roberson cumplía los requisitos para obtener un indulto, tras haber concedido el mismo tribunal un nuevo juicio el año pasado a Andrew Roark.
A Roark lo condenaron por infligir lesiones a una niña bajo una acusación similar de síndrome del bebé sacudido. En su caso, el tribunal determinó que la evidencia científica había evolucionado y consideró “muy probable” que el hombre no hubiera sido condenado si se hubiese presentado la nueva evidencia.
Como resultado, la orden expresa: “Devolvemos la demanda al tribunal de primera instancia para su resolución”.

Argumentos
Este fallo llega tras años de apelaciones por parte de Roberson y sus abogados. Antes de su última fecha de ejecución, en octubre pasado, los tribunales estatales y federales, incluida la Corte Suprema de Estados Unidos, se negaron a detener su ejecución, y la junta de libertad condicional de Texas rechazó su solicitud de clemencia.
La ejecución de Roberson el año pasado sólo se detuvo gracias a una maniobra notable de un grupo de legisladores estatales, quienes citaron a declarar al recluso, lo que llevó a la Corte Suprema de Texas a emitir una suspensión temporal.
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Gratitud
Este jueves la abogada de Roberson expresó su gratitud al tribunal por reconocer los paralelismos entre el caso de su cliente y el de Roark. “La cuestión será si la decisión de conceder la exención al ahora exonerado Andrew Roark implica también la exención para Robert”, dijo.
Además, comentó que, para decidir sobre esta cuestión, “será necesario considerar la montaña de registros médicos, estudios científicos, opiniones de expertos y otras pruebas que demuestran que su hija, que estaba muy enferma, murió por causas naturales y accidentales, no por sacudidas ni otros abusos”.

El representante estatal Brian Harrison, republicano que orquestó la citación del comité de la Cámara el año pasado, celebró el fallo y elogió a los jueces de la Corte de Apelaciones de Texas.
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Asimismo, recalcó su convicción de que Roberson “nunca ha tenido un juicio justo”. Harrison declaró en X: “A quienes apoyamos la pena capital nos corresponde garantizar que personas potencialmente inocentes nunca sean sometidas a ella”.
Concluyó: “No dejaré de luchar por la justicia y para asegurar que mis hijos y la próxima generación no hereden un estado donde el gobierno pueda privar a los tejanos de la vida y la libertad sin el debido proceso ni juicios justos”.



