Redacción. Auroras brillantes no sólo ocurren en Alaska, hay lugares en Estados Unidos donde cielos oscuros y buena actividad solar permiten verlas.
Estos destinos ofrecen vistas espectaculares bajo cielos limpios, lejos de la contaminación lumínica, ideales para cazadores de auroras. Ubicaciones como Maine, Idaho, Montana y Minnesota se destacan por su naturaleza intacta.
Pero ver una aurora no es seguro: necesitas tormentas geomagnéticas fuertes, cielo despejado, dirección hacia el norte y poca luz artificial. Con algo de suerte y buen pronóstico, podrás atrapar alguna.
En esta nota, los lugares recomendados en EE.UU. continental para ver auroras boreales: qué ofrece cada uno y cómo planificar el viaje para maximizar tus probabilidades de ver luz auroral.

Más allá de Alaska, dónde ver auroras boreales
Aunque Alaska es el sitio más famoso para observar auroras boreales, un artículo de Condé Nast Traveler identifica otros destinos dentro de los Estados Unidos continentales donde, bajo las condiciones adecuadas, se pueden avistar estas luces danzantes.
Estos lugares combinan cielos oscuros, baja contaminación lumínica, latitud relativamente alta y paisajes naturales que amplifican la experiencia.
Qué tener en cuenta antes de viajar
- Actividad solar: sólo tormentas geomagnéticas fuertes empujan el fenómeno hacia latitudes más bajas. Durante eventos solares potentes, incluso los estados del sur pueden presenciar auroras.
- Cielo despejado y sin contaminación lumínica: ciudades grandes, luces artificiales y cielo nublado reducen muchísimo la visibilidad. Lugares remotos o protegidos por parques nacionales ofrecen mejores condiciones.
- Vista abierta hacia el norte: lagos, montañas o elevaciones sin obstrucciones ayudan a ver mejor el fenómeno.
- Época del año: otoño e invierno, cuando las noches son más largas, son las temporadas óptimas. También hay que estar pendiente de los pronósticos de tormentas geomagnéticas.

Los 7 mejores destinos
- Katahdin Woods and Waters National Monument, Maine. Este monumento es un “Dark Sky Place” (lugar de cielo oscuro) certificado por DarkSky International. Ofrece áreas muy remotas, con poca densidad de población, lo que disminuye la luz artificial. Se puede combinar la estadía con alojamientos cerca de Millinocket Lake, donde hay webcams astronómicas que ayudan a monitorear cielos.
- The Adirondacks, New York. Este parque de protección no nacional pero grande (más del tamaño del estado de Vermont) cuenta con muchos lagos hacia el norte, como Saranac Lake o Tupper Lake. Alejarse lo más posible de ciudades dentro del Adirondacks aumenta las chances.
- Isle Royale National Park & Keweenaw Dark Sky Park, Michigan. Isle Royale, en medio del Lago Superior y accesible solo por ferry o avioneta, es uno de los parques más remotos de los “Lower 48”. Su aislamiento lo convierte en un lugar ideal para cielos oscuros. Keweenaw, en la Península Superior de Michigan, tiene certificaciones oficiales de cielo oscuro y varias opciones de alojamiento.
- Boundary Waters Canoe Area Wilderness y Voyageurs National Park, Minnesota. En la frontera con Canadá, esta zona silvestre ofrece rutas de canoa, lagos que reflejan el cielo y poca intervención humana. Voyageurs tiene alojamientos más accesibles que permitirán a quienes no están dispuestos a internarse mucho aún participar de la experiencia.
- Theodore Roosevelt National Park, North Dakota. En las Badlands occidentales, con formaciones rocosas dramáticas y cielos muy abiertos, este parque nacional tiene una latitud favorable para eventos aurorales fuertes. Las noches son oscuras y la vista hacia el norte suele ser despejada.
- Glacier National Park, Montana. Otro “Dark Sky Place” certificado. Los picos montañosos, lagos espejados y paisajes escénicos hacen de este parque un destino muy codiciado. Además, su cercanía con la frontera canadiense puede ayudar en noches de actividad solar amplia.
- Asimismo, Priest Lake, Idaho. En el Panhandle de Idaho, cerca de la frontera canadiense y rodeado de montañas (la cordillera de los Selkirk), Priest Lake tiene lodges que permiten quedarse y algunas veces las luces aurorales pueden verse desde las mismas instalaciones, si las condiciones son muy buenas.

