Redacción. Un nadador de 54 años fue atacado por un tiburón blanco en las frías aguas del Canal de Catalina, un canal marítimo que separa la isla Santa Catalina del puerto de San Pedro, en la costa de California, Estados Unidos.
El deportista fue alcanzado por un tiburón de entre 90 y 120 centímetros de largo que lo mordió en una pierna y en el pie, provocándole heridas de gravedad.
El ataque tuvo lugar cuando el nadador se encontraba aproximadamente a mitad de camino de su ruta, tras haber recorrido unos 19 kilómetros desde el punto de partida.
La travesía forma parte de los retos más exigentes en la natación de resistencia en mar abierto, por lo que el nadador contaba con un equipo de apoyo a bordo de una embarcación escolta.
Según relató Shaun Corby, piloto de lancha del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD), a medios locales como NBC Los Ángeles y KTLA, el tiburón apareció repentinamente, mordió al nadador y luego se alejó sin volver a emerger. “Parecía como si un tiburón blanco de entre un metro y un metro y medio le hubiera mordido la pierna y el pie y luego se hubiera ido”, declaró Corby.

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Atención
La respuesta del equipo de apoyo fue inmediata. Los acompañantes vendaron al herido y activaron los protocolos de emergencia. El LAFD desplegó cuatro embarcaciones de rescate, y el primer equipo de respuesta llegó al lugar unos 40 minutos después de la llamada de auxilio.
En ese momento, la embarcación escolta se encontraba a unos 13 kilómetros del puerto de San Pedro.
Paramédicos del LAFD atendieron al nadador a bordo, estabilizándolo antes de trasladarlo a una estación de bomberos, y posteriormente a un hospital. “Lo rescatamos, lo subimos a bordo y lo trasladamos de inmediato para que recibiera atención médica”, añadió Corby.
El capitán Adam VanGerpen, también del LAFD, confirmó al Los Angeles Times que el nadador permaneció consciente y conversando durante toda la intervención.
“Solo sufrió una leve angustia”, explicó el capitán. Además, subrayó la importancia de que el tiburón no persistiera en el ataque, lo que pudo haber evitado consecuencias más graves o incluso fatales.
Aunque el Canal de Catalina es hogar de diversas especies marinas, incluidos tiburones, los encuentros peligrosos con humanos son excepcionales.
Las autoridades recordaron que los tiburones blancos no suelen atacar personas, y cuando lo hacen, se presume que es por confusión. El nadador continúa en observación médica y su estado de salud, aunque delicado, es estable.




