Redacción. La Casa Blanca anunció que, «por ahora», no tiene planes de realizar redadas migratorias durante el próximo Super Bowl, que se celebrará en febrero de 2026, un evento que tendrá como espectáculo de medio tiempo al artista Bad Bunny.
La medida busca garantizar que los eventos deportivos masivos se desarrollen con normalidad y que los asistentes puedan disfrutar de la fiesta sin temor a operativos migratorios.
El anuncio llega en un momento en que la política migratoria estadounidense ha estado bajo un constante escrutinio, especialmente en lo que respecta a la aplicación de la ley en eventos públicos y de gran afluencia de personas.
Autoridades de la Casa Blanca indicaron que las acciones migratorias seguirán enfocadas en áreas y casos específicos. Además, se evitarán intervenciones durante actividades de gran concurrencia que puedan generar alarma o preocupación innecesaria entre los participantes.
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Sin redadas en el Super Bowl
Organizaciones de defensa de los derechos de los migrantes han valorado la decisión, considerándola un respiro temporal para las comunidades migrantes que planean asistir a eventos masivos.
“Esto demuestra que se puede equilibrar la aplicación de la ley con la seguridad y tranquilidad de quienes participan en actividades públicas importantes”, señaló un representante de una organización nacional de apoyo a migrantes.
Por su parte, expertos en política migratoria destacan que la declaración de la Casa Blanca no implica un cambio en las políticas de inmigración. Más bien, señalan que se trata de una estrategia temporal de comunicación y coordinación para evitar conflictos durante eventos de alto perfil.
La administración estadounidense ha reiterado que el cumplimiento de la ley continuará, pero con énfasis en la seguridad y la eficiencia, priorizando la intervención en casos de riesgo real.
El Super Bowl 2026, uno de los eventos deportivos más importantes del país, atraerá a decenas de miles de espectadores y gran cobertura mediática internacional.
Con esta medida, las autoridades buscan garantizar que la experiencia de los asistentes no se vea afectada por preocupaciones sobre posibles redadas migratorias. Asimismo, se pretende promover un ambiente seguro y disfrutable para todos los presentes.
