Redacción. Las autoridades federales de Estados Unidos detuvieron a 37 personas acusadas de pertenecer al Tren de Aragua, una organización criminal transnacional originaria de Venezuela, vinculada a actividades como el narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas.
El operativo, llevado a cabo a primera hora del día en un complejo de apartamentos ubicado en la intersección de la calle 75 y South Shore Drive, formó parte de la “Operación Midway Blitz”.
Esta es una iniciativa del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo identificar y desarticular células delictivas compuestas por inmigrantes indocumentados. Estas células operan en zonas urbanas de ciudades como Chicago.
Según el comunicado oficial del DHS, la intervención fue el resultado de una investigación conjunta en la que participaron más de 300 agentes federales, incluidos efectivos del FBI, la Patrulla Fronteriza (CBP) y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
La operación se ejecutó con un alto nivel de coordinación táctica: helicópteros sobrevolaron la zona y francotiradores fueron posicionados en los tejados del edificio intervenido.
Testigos presenciales, citados por medios como Univisión Noticias, reportaron haber escuchado «gritos, golpes y estallidos» durante el procedimiento, y confirmaron que la policía local de Chicago no participó en el operativo.
La decisión de actuar sin la colaboración de las autoridades municipales refleja las crecientes tensiones entre el gobierno federal y las jurisdicciones que han adoptado políticas de ciudad santuario.

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Investigación
A pesar del despliegue, las autoridades federales no han difundido los nombres de los detenidos ni especificado los cargos penales que enfrentarán.
El DHS se limitó a indicar que los arrestos corresponden a una estrategia de seguridad nacional centrada en el combate a organizaciones criminales transnacionales.
La operación se da en un contexto político cada vez más tenso. El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, expresó su preocupación ante lo que calificó como “acciones provocadoras” por parte del gobierno federal.
“Estas prácticas no sólo buscan generar caos, sino que pueden servir como pretexto para justificar el uso de fuerza militar en comunidades vulnerables”, advirtió Pritzker.
En contraste, el jefe regional de la Patrulla Fronteriza defendió firmemente la intervención. Además, aseguró que la misma forma parte de una estrategia sostenida que continuará en los próximos meses.
“Esta noche es solo el principio. Vamos a seguir adelante… hasta que renuncien o los deporten”, sentenció el funcionario.




