Redacción. La abogada del joven de 22 años acusado de asesinar a Charlie Kirk solicitó más tiempo al juez para revisar la gran cantidad de pruebas presentadas en el caso, antes de decidir si la defensa pedirá una audiencia preliminar.
La audiencia preliminar determinará si existe suficiente evidencia para llevar a juicio a Tyler Robinson. Aunque los acusados pueden renunciar a esa audiencia, la abogada defensora Kathryn Nester —recientemente asignada al caso— informó que su equipo no planea hacerlo.
Los fiscales del estado de Utah acusaron a Robinson de asesinato agravado y anunciaron su intención de solicitar la pena de muerte.
Tanto la fiscalía como la defensa reconocieron durante una breve audiencia realizada el lunes que el volumen de pruebas reunidas por los fiscales es «considerable». Robinson no asistió en persona, pero participó por vía de audio desde la cárcel, a solicitud de su equipo legal.
El juez Tony Graf programó la próxima audiencia para el 30 de octubre.
Tras la audiencia del lunes, celebrada en Provo, ni los abogados defensores ni los fiscales del condado Utah ofrecieron declaraciones. El juzgado se encuentra a pocos kilómetros del campus de la Universidad del Valle de Utah, en Orem, donde muchos estudiantes aún procesan el trauma del tiroteo ocurrido el 10 de septiembre y la intensa búsqueda del sospechoso, que se extendió por más de 36 horas.

La captura
Las autoridades arrestaron a Robinson cuando se presentó, acompañado por sus padres, en la estación de policía de su ciudad natal, ubicada en el suroeste de Utah, a más de tres horas del lugar del crimen. Desde entonces, los fiscales han presentado mensajes de texto incriminatorios y pruebas de ADN que, según ellos, vinculan directamente a Robinson con el asesinato.
Según el fiscal del condado Utah, Jeff Gray, Robinson dejó una nota para su pareja antes del tiroteo en la que afirmaba tener la oportunidad de matar a una de las voces conservadoras más influyentes del país, y que pensaba aprovecharla. Gray también indicó que Robinson envió un mensaje de texto en el que escribió sobre Kirk: «Ya tuve suficiente de su odio».
El asesinato de Charlie Kirk —figura clave del movimiento conservador juvenil y aliado cercano del presidente Donald Trump— ha generado indignación en sectores republicanos. Líderes del partido han prometido continuar con su legado de llevar la política estadounidense más hacia la derecha.

Trump calificó a Kirk como un «mártir de la libertad» y advirtió que tomará medidas severas contra lo que denominó «la izquierda radical».
Tras el crimen, diversos trabajadores en Estados Unidos enfrentaron sanciones o despidos por emitir opiniones sobre Kirk. Entre ellos se incluyen docentes, empleados del sector público y privado, y figuras de los medios. Uno de los casos más notorios fue el del presentador Jimmy Kimmel, cuyo programa nocturno fue suspendido y posteriormente reincorporado por la cadena ABC.
Turning Point USA —la organización política fundada por Kirk y con sede en Arizona— atrajo a miles de jóvenes evangélicos a la política mediante su podcast, redes sociales y eventos en universidades. Varios republicanos de alto perfil han confirmado su participación en los próximos eventos estudiantiles que Kirk había planeado. Entre ellos destacan el gobernador de Utah, Spencer Cox, y el senador Mike Lee, quienes asistirán al acto programado en la Universidad Estatal de Utah este martes.

